Con tanta noticia externa nos olvidamos de los problemas de casa. Alguna noticia también hay en casa que se las trae. No solo el tan arrugado tema de Cataluña. La protección social es un tema candente en España. Pero no lo toquen que estamos en campaña. O casi. El valor patrimonial del sistema de protección social ha disminuido un 55% entre 2011 y 2014. Casualidad. Son los años que ha gobernado Mariano Rajoy. En 2011 el patrimonio se valoraba en casi 62.000 millones de euros. En 2014 su valor fue de poco más de 28.000 millones de euros. Tremendo. Pues en esto, Mariano, no te habían dejado tan mala cosecha. Ya que el 2011 parece la fecha tabú de todos los males para tu gobierno y tu partido.
Pues en esto, Mariano, no te habían dejado tan mala cosecha. Ya que el 2011 parece la fecha tabú de todos los males para tu gobierno y tu partido
No todo ha ido bien, ni mucho menos, en la legislatura que está a punto de terminar. Se presume de creación de empleo, ¿qué empleo?, pero el poco creado ha sido de baja calidad. La reforma laboral de febrero de 2012 ha creado un socavón en las cuentas de la Seguridad Social. Se ha quemado más de la mitad de su patrimonio. Empleo precario, baja calidad, bajos salarios, trabajos de horas... adiós a la Seguridad Social. Y aun así, toca presumir de que se han creado más de 500.000 empleos. ¿Dónde señor De Guindos? ¿Dónde presidente Mariano?
Dice el BOE que la liquidación del ejercicio practicada por la Intervención General de la SS da como resultado una disminución de 22.000 millones de euros. Contando lo aportado por las Mutuas, unos 2.000 millones. Ninguna empresa resistiría esta evolución. Hasta el año 2010 todo iba en aumento. Zapatero, causa de todos los males y algo más, en su último año fundió 1.500 millones. Pero luego, señor presidente del Gobierno de España, se han saqueado las reservas públicas.
Tanto sacar, tanto sacar para pagar las pensiones, se ha quedado la hucha temblando. Grande el agujero. Más de 41.000 millones durante esta legislatura. Increíble. Con esa gran mayoría en el Parlamento hubiera sido la hora de regular y legislar con altura de miras las pensiones. Incluso Duran i Lleida lo ha reclamado. Nada se ha hecho. Este Gobierno ha viajado cuatro años con las luces cortas. Sin horizonte. Sin miras de futuro. A lo presente. A ganar las elecciones y seguir en la burra. Así nos va. Sin un estadista que legisle para el futuro. Y, qué mejor que las pensiones. Nada.
Este Gobierno ha viajado cuatro años con las luces cortas. Sin horizonte. Sin miras de futuro. A lo presente. A ganar las elecciones y seguir en la burra. Así nos va
Hay un dato que nunca se cita cuando se habla o cuando nos amenazan con la quiebra de las pensiones. La reducción de los salarios. En los análisis se centran siempre entre trabajadores activos y jubilados. La reducción de los salarios siempre se la saltan. Hay que comparar lo que cotizan los trabajadores en activo y lo que cobran los jubilados. Ahí sale el porcentaje de cotización --28,30%-- de los salarios decentes. De mileuristas sale poco. La precarización del trabajo en España está ya por debajo del salario mínimo. Así no levantamos cabeza.
La evolución de los salarios va a ser determinante para el futuro de nuestro modelo social. Si los salarios tienden hacia niveles altos, podremos sostener un estado del bienestar más o menos aceptable. Por el contrario, si la tendencia general es a bajarlos, la calidad de los servicios públicos y de las prestaciones también será cada vez más baja. El salario por debajo de los 12.000 euros brutos no tributa por IRPF. Así vamos. Sin camino, sin dirección. Pero estamos en campaña y lo importante es ganar las elecciones. Luego... ¡qué más da!