Pensamiento

Ciudadanos: partido joven, ideas viejas

11 noviembre, 2015 00:00

Sucedió hace unos pocos días. En Cádiz. En la ciudad cuna del constitucionalismo español. Albert Rivera, presidente de Ciudadanos (C's), presentó su programa. Incluye reformas de la Constitución y reformas institucionales. Le había dado mucho bombo. Se esperaba con expectación. Y la tuvo. Un fuerte golpe de efecto de cara a las elecciones del 20D. Lástima que el 'tema catalán' lo haya diluido. Muchos temas, muchas reformas, pero ideas viejas. Para esto no había hecho falta tantas alforjas. Porque falla la base. La división de poderes. Suprimir el Senado y el Consejo General del Poder Judicial son temas viejos y sin demasiada trascendencia para la renovación del sistema que pregonan los de C's.

Muchos temas, muchas reformas, pero ideas viejas. Para esto no había hecho falta tantas alforjas. Porque falla la base. La división de poderes

Para este último ya le han caído las primeras críticas. Las asociaciones de jueces creen que es una barbaridad. Se acabaría así con la pluralidad. Ahora sí que no hay pluralidad, señores magistrados. La palabra mágica para C's es 'eliminar'. Eliminar los decretos ley, los aforamientos, los indultos a corruptos, el Senado, el CGPJ y las diputaciones. Bien eliminados. Y más. Pero, ¿le gusta a su socio, el PP? Aunque puede cambiar de socio. Esperemos a contar el 20D. Pero no veo la división de poderes de Montesquieu por ningún lado. Ni la elección del presidente por los ciudadanos.

El tema autonómico sí lo trató. "Clarificación de la distribución de competencias". Claridad. Mapa autonómico definitivo. Y punto final. Claro que ahora, ¿qué hacemos con Cataluña? "Los separatistas nunca estarán contentos con la reforma autonómica, así que lo que pretendemos es que esté contenta la mayoría de los españoles", justificó este punto.

Y la Ley Electoral. La madre del cordero. Porque de aquí parten todos las deficiencias democráticas del sistema que nos rige. Pretende imitar el régimen electoral alemán. También podía imitar el inglés. Para gustos están hechas. Pero la nuestra es antidemocrática cien por cien. Y la partitocracia que nos ha gobernado nunca la han tocado. Claro, les beneficia a ellos.

Hora es ya. De listas abiertas. De candidatos propuestos por las bases de los partidos, no por el presidente del mismo. Ejemplo, Mariano Rajoy. Solo sus amigos y sus ministros. Aunque no sepan dónde está Cuenca. Como no saben dónde está Zamora. Y que los votos valgan igual. Y límite de edad también por arriba. Votar entre 18 y 70 ó 75 años. Se evitarían las furgonetas del PP con los ancianos residentes. Si no vota un chico de 17 años, preparado y lúcido, menos debe votar un anciano terminal, como mi padre, por ejemplo y con todo el respeto. ¿Y la ley de partidos? No escuché nada. ¿Y la ley de financiación de partidos? Tampoco he escuchado nada.

Muchos temas sin tocar. Y lo que C's quiere tocar es viejo. ¿Le habrán cambiado el collar al perro?

La separación de poderes clama a voces por los montes de España. Gobierno a gobernar. Congreso a legislar. Jueces a impartir justicia. Pero que no los elija el Gobierno. Que la justicia es también para los poderosos, quien mayores tropelías cometen, no sólo para los pobres y campesinos. Y los ciudadanos queremos elegir al presidente o primer ministro, directamente. Que no lo elija el Parlamento. Esos a legislar, o sea a trabajar un poco más de lo que lo vienen haciendo. Muchos temas sin tocar. Y lo que C's quiere tocar es viejo. ¿Le habrán cambiado el collar al perro?

"Tenemos difícil ganar las elecciones pero también cambiar España", concluyó Rivera, que dijo presentarse a las elecciones para dejar "un futuro mejor" a sus hijos. Y, aunque para Rivera, "imposible es sólo una opinión", no parece probable que vaya a conseguir su meta. Al menos, según se desprende del último barómetro del CIS, que sitúa a C's como tercera fuerza, aún a 10 puntos del PSOE. Pese a todo, o tal vez por ello, Rivera parece haber dado un giro para no sólo robar votos al PP sino también a socialistas y morados. De ahí la inclusión de los derechos sociales en la Constitución, una promesa a la que también se han comprometido dichos partidos.