En política todo está inventado desde hace muchos años. Quien se sorprende por algo es como quien descubre la sopa de ajo. Basta con haber leído a tres clásicos para entender de que va esta película: 'La República', de Platón; 'El Príncipe', de Maquiavelo, y 'El Contrato Social', de Rousseau. Leerlo y recordarlo, que la memoria es el arcón del tesoro que nadie nos puede robar, salvo el Alzheimer.
Después de estos tres pensadores, en el siglo XX, han llegado diversos propagandistas que han sistematizado inteligentemente esos pensamientos como son Joseph Goebbels y Noam Chomsky. Son de ideologías contrapuestas, pero presentan un vademecum multiuso para todo tipo de políticos de izquierda y de derecha. Y al decir todos, quiero decir todos. No sólo Artur Mas sino a cualquier gobernante. A Podemos, Ciutadans o a la CUP aún no se les puede acusar. Lo que no quiere decir que todos los gobernantes actúen igual, pero sí que cogen algunas de sus estrategias.
Mas ha empleado tres de las estrategias de manipulación mediática de Chomsky y Goebbels: la distracción, la creación de problemas y después ofrecer soluciones, y la emocional
Hoy hablaré de las coincidencias de Mas con Chomsky. El pensador norteamericano tiene 'Las 10 estrategias de manipulación mediática', así se llama su tratado que se estudia en Ciencia Política. Artur Mas no las emplea todas, si las empleara sería de la CUP, pero sí tres. Estas tres estrategias proceden, a su vez, de 'Los 11 principios de la propaganda nazi' de Joseph Goebbels. No es una contradicción, porque la historia del pensamiento es un acervo acumulativo de los teóricos.
De los principios de Goebbels hablaré en mi próximo artículo, pero les adelanto que, si Artur Mas, o sus asesores, de Chomsky ha cogido tres, de Goebbels, diez entre los que naturalmente están estos tres. Lo voy a demostrar con ejemplos y ustedes lo podrán comprobar.
La primera estrategia de Chomsky es la de la distracción. Consiste en desviar la atención del ciudadano de los problemas importantes de una sociedad como son el deterioro de las cuatro bases del Estado del Bienestar, por este orden: empleo, vivienda, sanidad y enseñanza. Todos estos problemas reales se solucionarán por ensalmo con la varita mágica de un Estat propi dirigido, por supuesto, por su libertador.
La segunda estrategia es la de crear problemas y después ofrecer soluciones. Si hacen memoria recordarán que en noviembre de 2010 Artur Mas ganó las elecciones con 62 escaños, tantos como tiene hoy con su sicodélica lista de JxS, y durante esos dos primeros años gobernó de la mano de Alicia Sánchez Camacho, siendo el adalid de la política de recortes en España.
Tenía un escudo protector que creía infalible: con la mano izquierda criticaba al Tripartit anterior, le acusaba de haber endeudado a la Generalitat, y con la mano derecha culpaba al Estado de estar asfixiando a Cataluña. La fórmula de Chomsky aplicada fue ’problema-reacción-solución’. Recortaba más que nadie, para culpar a los otros (socialistas y populares), y la solución era abrazarse a la estelada. Se abrazó como bien se sabe, tras la Diada de 2012.
La utilización del registro emocional abre la puerta de acceso al inconsciente para injertar ideas, deseos, miedos y temores con el objetivo de inducir a comportamientos
Salto a la tercera estrategia: es la emocional. El recurso clásico del nacionalismo tradicional. Había que hacer un cortocircuito al análisis racional. El corazón tiene razones que la cabeza no entiende. La utilización del registro emocional abre la puerta de acceso al inconsciente para injertar ideas, deseos, miedos y temores con el objetivo de inducir a comportamientos.
La decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de citarlo el mismo día que se conmemorará el 75 aniversario del fusilamiento del President Mártir es la guinda al pastel de un regalo increíble e inesperado. Si Rajoy monta un circo, le crecen los enanos disfrazados con toga negra. En la vida, y la política no es ajena, se dan carambolas de este calibre.
Artur Mas ha empleado otras estrategias específicas como la herencia de Pujol en las escuelas, todos los catalanes con menos de cuarenta años han hecho la EGB con la inmersión, no sólo de lengua sino de conceptos, las subvenciones discrecionales a los medios afines, pero no hablaré de eso en el próximo artículo, sino de las técnicas compartidas con Goebbels.
Soy consciente que a más de uno picará, pero quien se pica ajos come. No invento nada, sino constato una realidad que ustedes mismos podrán comprobar. Eso sí, que nadie me acuse de lo que no he dicho, sino de lo que diré...