'Pan tumaca' para todos, o volver a los orígenes
Estamos cansados. Pero como ya es el final, hablemos claro de este final. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Respuesta dura: con la connivencia de los distintos gobiernos españoles. Con todas las letras.
Veamos. Hagamos un recorrido a través de los años para señalar el punto en el que estamos anclados. Para señalar nuestro acongojo. El de todos los ciudadanos, catalanes y del resto de españoles. ¿Se acuerdan del caso Banca Catalana? Hace tiempo ya, por 1984. Las cloacas del Estado le echaron un candado a la boca --se adelantaron a la moda joven-- a los fiscales Mena y Villarejo. O sea, que desde el Gobierno central se impidió que Pujol y sus mesnadas no diesen cuenta de un desfalco de casi 140.000 millones de pesetas. Fue el principio. De esos polvos...
Todo se fue desarrollando bajo el amparo y protección de los amigos González y Aznar que año tras año reunían al PNV y a CiU para aprobar los Presupuestos con el correspondiente aguinaldo a las históricas Comunidades. El resto de políticos, silencio
Luego vino lo que vino y casi todos sabemos. Volvió Roca a Cataluña tras darse el guantazo en la "Operación Roca". Fue medio fracaso, medio traición. Se chivó en Madrid del entramado de Pujol, "están robando a manos llenas", y Corcuera --el ministro albañil del PSOE-- se lo devolvió a Pujol para que se enriqueciera con todos los casos jurídicos que tuviera CiU. Y, mientras, se toleró el 3% para que CDC, Unió o ERC expoliasen a los ciudadanos catalanes y españoles.
Que siga la rueda. En Madrid no se daban por enterados. Peor. Lo consentían. Y lo consienten, porque los Pujol siguen paseando libres. Total, que se produjo el milagro de multiplicar los millones de pesetas caídos del cielo y del 3%. Y claro, algo hubo para los Millets, los Sumarroca y toda la élite catalana, o casi. Y todo se fue desarrollando bajo el amparo y protección de los amigos González y Aznar que año tras año reunían al PNV y a CiU para aprobar los Presupuestos con el correspondiente aguinaldo a las históricas Comunidades. El resto de políticos, silencio. Luego cabalgamos. Luego llenamos las alforjas. ¡Qué indecente negligencia!
Y la mayor de todas las negligencias ha sido consentir la construcción nacional de Cataluña. Paso a paso. Con cartabón. Esta ha sido la negligencia. La corrupción es lo de menos, aunque tenga su qué. Porque se consintió. Y ahora llevamos 25 años de retraso. Es tarde. Muy tarde. La catalanización está extendida por todos los rincones, sino estaba ya, aunque oculta. Así que toca remar contra el viento. Porque se ha llegado a tal punto de no retorno que la gente normal ya aplaude a Carme Forcadell, número dos de la lista, cuando dice que no acatarán las leyes. ¡Dónde se ha llegado!
La mayor de todas las negligencias ha sido consentir la construcción nacional de Cataluña. Paso a paso. Con cartabón. Esta ha sido la negligencia. Y ahora llevamos 25 años de retraso. Es tarde. Muy tarde
Se ha llegado donde nadie quería. O casi nadie de los pensadores con cerebro. Se ha llegado a que desde 2008 hasta este verano se han ido de Cataluña más de 6.400 sociedades. En lo que va de año las seis empresas catalanas que cotizan en Bolsa han perdido un 12,4%. El PIB catalán caerá un 4,5%, caso de que se produjese la secesión. Se ha llegado donde no se quería y culpables somos todos. Absolutamente. Y ahora es tarde. Porque el adoctrinamiento ha echado raíces. Porque el nacionalismo ha tenido mucho poder para adoctrinar y comunicar. Demasiado.
Bueno, nunca es tarde si la razón se impone. O la Constitución. Aunque sus errores nos han traído hasta aquí. Volver a los orígenes. Ofrecer a Cataluña una preeminencia jurídico-política. Al menos eso es el rum-rum que rompe el sueño por el foro madrileño. Volver al principio. Claro que nos cargamos la igual política. Otra vez. Pero en ello andan las cabezas pensantes.
¿Y esto es justo para el resto de ciudadanos españoles? Diría que no. Que si la unidad se mantiene con estas coordenadas… pues habría que pensar muy mucho qué sería más justo. Lo mismo lo justo es que se vayan. Ya vale de desigualdades entre autonomías. Ya vale de chantajes. No por mantener la unidad hay que ceder en todo. En un Estado democrático debe regir la solidaridad sustentada por iguales derechos y obligaciones. No hagamos excepciones. O será prolongar la interinidad. Queremos 'pan tumaca' para todos. Con aceite para todos. También para los de León, Albacete y Badajoz. Igualdad. También queremos que sea lunes ya. Pero ya.