El resultado de las proximas elecciones tendrá muchas lecturas. Más de las habituales en unas elecciones de este tipo. Se analizarán como primarias de las generales para ver la fuerza de los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos. Se comprobará cómo queda la lucha entre socialistas y populares. Estas elecciones determinarán la desaparición o no de CDC y la continuidad o no de Mas en política. Tambien veremos si Ciudadanos se convierte en la segunda fuerza política. Y si Junqueras puede sobreponerse a su subordinación a Mas. Todo el mapa político catalán puede cambiar profundamente.
No nos podemos permitir desperdiciar decenas de miles votos por el hecho de que Unió no llegue al tres por ciento en la circunscripción de Barcelona
No obstante, la confrontación principal pasa por conocer los resultados de Junts pel Sí y, en menor medida, de la CUP. Lo que hagan los demás es importante porque condiciona el resultado de los partidos independentistas pero, al menos para los catalanes contrarios a la secesión, es un tema menor.
Si se coincide con este análisis, uno de los elementos clave para evitar la mayoria absoluta de las candidaturas independentistas es que no se pierda ni un voto. Y, si hacemos caso de las encuestas, la duda más importante, bajo este enfoque, es si Unió obtendrá o no representación en Barcelona.
En mi opinión, lo van a lograr. Las encuestas tienen mucho voto oculto y la cocina perjudica a las formaciones sin historia. Para asegurarnos, me permito aconsejar a todos aquellos que no quieren la secesión pero no tienen su voto decidido que voten a Unió. Llámenle voto táctico o voto prestado. Se trata de evitar desperdiciar escaños. No nos podemos permitir desperdiciar decenas de miles votos por el hecho de que Unió no llegue al tres por ciento en la circunscripción de Barcelona.
Habría que ver tambien cuál es le voto útil en las demás circunscripciones, pero parece que en ellas Unió no tiene nada que hacer. Aquí deberían ser los democristianos los que deberían hacer un llamamiento a votar a los que puedan obtener representación parlamentaria. Si no lo hacen ellos --que no lo harán--, creo que es la obligación de otras entidades hacer reflexionar al votante no secesionista. Yo, por lo menos a título individual, trataré de hacerlo. Sería muy triste que, mientras el soberanismo mezcla churras con merinas sin ningún pudor, los no secesionistas fueramos incapaces de esta pequeña suma de fuerzas.
Las elecciones del 27S, a pesar del juego sucio de Mas al elegir las fechas, apropiarse de la Diada y utilizar los medios públicos como órganos de partido, van a celebrarse. No nos jugamos la independencia pero sí que continúe con más o menos virulencia la tensión secesionista y que desaparezcan o no de la escena personajes políticos tan dañinos para convivencia como Mas y Junqueras, entre otros. Por eso hay que pedir a los partidos no secesionistas un poco de altura de miras. Y a los electores inteligencia táctica.