¿Quién banaliza el nazismo?
Tiene su coña que los que han llamado durante cerca de cuarenta años "nazis", "franquistas" y "fascistas" a los que han osado oponerse al nacionalismo ambiental en Cataluña ahora se molesten porque les apliquen la misma medicina. No voy a defender a Felipe González porque tiene, en la misma medida que José María Aznar, mucha culpa de lo que estamos viviendo hoy en día en las todavía cuatro provincias españolas.
Que algunos 'patriotas' se escandalicen porque González haya hecho lo mismo que ellos han ejercido durante décadas con maestría tiene su qué
Pero que algunos 'patriotas' se escandalicen porque González haya hecho lo mismo que ellos han ejercido durante décadas con maestría tiene su qué. Antonio Robles podría, y de hecho así lo hizo, escribir un tratado sobre cómo el nacionalismo demoniza y destruye moralmente a todo aquel que se le opone. Y, dentro de esa estrategia de atacar al que considera su 'enemigo', la utilización de términos como los anteriormente indicados está entre su Top-5 de armas de destrucción masiva.
El momento más chusco de la Brunete Mediática Independentista fue cuando desde un diario pagado con el diario de todos los catalanes se definió al grupo de intelectuales que impulsó la creación de Ciudadanos como "Falangistas taxidermistas". Oriol Malló tuvo barra libre en el diario Avui para repartir carnets de buenos catalanes y de 'joseantonianos' poco afectos al régimen. Ante el silencio de todos los biempensantes de por aquí, que eso de oponerse a la repartidora siempre se puede pagar en el futuro. Y hay que pagar la casita en el Ampurdán.
Yo no le pondría a Artur Mas una camisa parda, como han hecho algunos humoristas gráficos críticos con el nacionalismo. Yo preferiría verle con un traje a rayas, y no por su actividad heroico-patriótica, sino por el (presunto) afán de su partido en verse implicado en asuntos poco claros. A los independentistas de coche oficial no hay que insultarles, hay que combatirles moralmente y denunciar sus tropelías. Solo con destapar sus miserias ya tenemos suficiente trabajo.
Vamos, que no les llamaré "nazis", porque me parecen más unos "jetas", eso sí, con un tufillo autoritario que no me gusta nada. Pero que no protesten porque les califiquen como lo han hecho ellos con todos aquellos que han osado resistir a sus ansias uniformizadoras. Como dice el gran Óscar Uceda, el juguete favorito de los 'indepes' son los clicks de Famobil: los puedes disfrazar de muchas maneras, pero todos son iguales, sin aristas y sin diferencias. La sociedad ideal del nacionalismo catalán.