Mitad de agosto y sin enterarnos. Que se termina el verano. Que llega el otoño. Que se pondrán a ‘cantar’ algunos sujetos. A lo peor no dirán nada. Nada que no se sepa. Amenazas de tormenta sin rayos y sin granizo. Pero algo sí sucederá. Habrá elecciones generales. Cuando diga el presidente, que de momento es Mariano Rajoy. Sí, el mismo que está veraneando en la desembocadura del Guadalquivir. ¡Quién lo diría! Toda la vida correteando por Sanxenxo y por el puerto de Vigo y, ahora que es el jefe, abandona su tierra. Y claro, hasta en Galicia lo ponen a parir. Raro, sí. Pero cierto. Porque este servidor de ustedes que pasea con la antena desplegada y toma café en el restaurante de mi tocayo en Panxon ha escuchado frases de desprecio hacia Mariano. Y deseos innombrables. Igual que en Bayona. Frases imposibles de transcribir al papel. No están contentos con Mariano. Por muy gallego que sea.
Mariano volverá de Doñana con la sangre renovada por el oxígeno del desierto alauita y cortará más de dos cuellos populares acusados de traición a la doctrina pepera
Pero ese es el peligro. Es muy gallego. Y a algunos de sus paisanos se les olvida que es como ellos. Así que, amigos gallegos y de distintos puntos nacionales, compren sus pieles o camisas en los mercadillos. Porque con la piel del oso de Mariano no se van a vestir. Por más que lo deseen. Nadie lo ha cazado. Ni va a ser posible. A los adversarios les parece fácil, pero no. Y parece increíble que a algunos del mismísimo PP es a quienes les parece más fácil cazar al hombre del caminar rápido de Pontevedra. El cazador será él. Y algunos peperos desapareceréis de las listas para siempre. Denlo por seguro. Mariano volverá de Doñana con la sangre renovada por el oxígeno del desierto alauita y cortará más de dos cuellos populares acusados de traición a la doctrina pepera.
Parece mentira que no lo conozcan. Que no sepan de sus rabietas cuando algo o alguien lo traiciona. Parece mentira que incluso sus adversarios hagan quinielas de pactos antes de contar las papeletas. Que jueguen a los pactos antes de contar da un poco de risa. Y a Mariano mucho más. Por no contar con él. Y él será el que tendrá la vara de medir. De contar. Y de decidir. Aparece Ciudadanos, que son nuevos y no más de cuatro, y propone un pacto a tres con PP y PSOE en Cataluña para hacer frente al secesionismo. Quiere comerlos antes de votar. Luego llega Errejón, ‘El Piolín’, que en tres cuartas partes de España no lo conoce nadie y le lanza los tejos a Sánchez para echar del gobierno a Rajoy. ¡Oiga, Errejón, de momento no tienen a nadie en el Parlamento! Y ahí es donde se vota al presidente del Gobierno. Por los diputados. No por el pueblo, por desgracia. Y ustedes no tienen ningún representante en las Cortes. Primero hay que contar, no lo olvide. Las sorpresas, en esto de la política, son muchas. Y las encuestas, además de retocadas, están para equivocarse. Claro que lo de este otro chico llamado Oscar López, el más inútil de Castilla, no tiene ni lectura. Este chico de ZP dice que con tal de llegar al poder los socialistas pactarán con el mismísimo diablo. O sea con Podemos. Si después de contar las papeletas, le salen diputados suficientes. Después de contar. Ahí está el tema.
Porque el tema en todos los pactos es echar a Rajoy de la Moncloa. Sin prisas. Todavía no se ha abierto la veda. Se abre el octubre. No hay pieza cazada, luego no hay piel. Aunque alguno de sus ministros se la juegue reuniéndose con Rato. ¿A qué habrá ido este pájaro a los salones del Ministerio de Interior? ¿A pedir ayuda o a amenazar? Seguro que a advertir que tirará de manta contra Mariano. Otro más. Como todos tiren de la manta a lo peor se rompe. Y entonces Mariano, para no pasar frío, empezará a quemar corruptos para calentarse en la hoguera. Cuidado con el otoño que bajan las temperaturas.
Lo que sí parece cierto es que quien pone de los nervios a Mariano es Bárcenas. Eso está más que confirmado. Pero Bárcenas no tirará de la manta. No lo hará. Y Mariano, a pesar de sus traidores (con alguna fémina incluida) será el político de referencia, aunque les pese. Será la piedra angular para pactos y desaires. Cazar a Rajoy no va a ser fácil. Los peperos que huelen sangre será de algún pollo de corral de pueblo. No les va a ser fácil tomar posición en las listas de las elecciones que se acercan. Ah, y antes están las elecciones catalanas donde a más de uno se le va a ver su incapacidad. Cuidado. La caza puede ser al revés. Los cazadores cazados. Y decapitados. Porque son más débiles. Entonces sí olerá este país a sangre.