Nada más conocerse los primeros resultados de la elecciones del Barça lancé un tuit que decía que había ganado la opción de mayor sentido común, la menos agresiva y la racionalidad de las bases blaugranas, menos iracundas y más sensatas que sus cúpulas dirigentes.
Josep Maria Bartomeu es ya un presidente legitimado en las urnas, con un resultado más que aceptable. Parece un hombre sencillo, un empresario de puente aéreo sin más pretensiones ciertas que participar en la gobernabilidad del club que siente y cuyos colores viven en su sentimental interior. De Trailers Bartomeu Ochoa (Trabosa) al cielo culé. Nada extraño ni tampoco nada alejado de la normalidad más absoluta.
Fuera por la campaña electoral, por la necesidad de marcar territorios o por puro marketing, Bartomeu ha cometido algún pequeño desliz conceptual que debiera corregir en un tiempo breve. Lejos de perpetuarse en afirmaciones políticas o en posiciones de confrontación, haciendo realmente bueno aquello que el Barça és més que un club, aquí van una serie de consejos al inicio del mandato:
1) El Barça es una identidad en sí misma. Olvídese, presidente, de sumarse a otras identidades no compartidas por toda la afición, que pueden dividir al barcelonismo y herirle sentimentalmente en su interior. Sin la gorra de candidato ya, póngase la camiseta de la racionalidad, le sienta mejor. Controle a Carles Vilarrubí, es un hombre de negocios con grandes habilidades y gran manejo del palco, pero sus posiciones políticas mejor que las deje en la alcoba y no las lleve a las reuniones de la directiva. Algún otro vicepresidente de su anterior etapa (¡estos Jordis!) parece que también le pide más y más catalanismo militante. Sea prudente, tome distancia. La masa social es tan transversal que lo agradecerá. Si quiere hacer, como dice, un Barça global le conviene no empequeñecerlo con la politiquería. Por cierto, invite a comer a Xavier Sardà.
2) Mantenga la gestión económica en un nivel similar al actual. Ha perdido en su equipo a Javier Faus, un ejecutivo (un día le dije altivo equivocadamente) de vuelo internacional al que el Barça se le queda pequeño y al que le perjudica más que ayuda. También le deja Ramon Adell. Cuide mucho esa área, es primordial. Huya de los Josep Maria Xercavins y otras figuras discutidas en el mundo económico de la ciudad para controlar sus cuentas. Alguno de ellos debería comenzar por saber gestionar las suyas con más eficiencia. Si opta por Susana Monje como la persona que lidere la economía del nuevo Barça sea consciente que algún día le estallarán cosas que harán que se repitan situaciones desagradables ante la opinión pública. Reflexiónelo con perspectiva futura y olvide los cortoplacismos de cuotas y otras monsergas.
3) Los ejecutivos son importantes. Albert Soler y Nacho Mestre son dos buenas muletas en las que apoyarse. Mande, pero deje hacer. Su amigo Sandro Rosell, investido por una especie de aureola mágica, se creyó más sabio que nadie y más perseguido que un terrorista. Paciencia, prudencia y precaución. Soler y Mestre pueden llevarle el club con los apoyos externos que sean necesarios. Deje para la junta la estrategia y resérvese para usted y los ejecutivos la ejecución diaria. Que la junta actúe como un consejo de administración en vez de ser una reunión de palmeros.
4) La comunicación es importante. Pero no confunda informar con la propaganda. Explíquese bien y ponga al frente de la comunicación del club a un profesional bien visto en toda la ciudad. En la etapa anterior se equivocaron en exceso con ese ámbito tan indispensable. Haga un curso de oratoria en público, pierda el miedo a las cámaras y los micrófonos, muéstrese natural, queda resultón. Manel Arroyo no es un mal portavoz.
5) No haga un discurso victimista frente a Madrid o frente al Real Madrid. Compárese con el mundo, deje a un lado al adversario español que bastantes problemas acumula por sí mismo. Sus referencias son los equipos ingleses, alemanes o franceses. Lidere en Europa el fútbol de calidad y hágalo desde un profundo respeto a la liga española, que es una extraordinaria plataforma, envidiada en el resto del continente. No descuide nunca más, como Rosell, ni UEFA ni FIFA.
6) Aprenda de los errores: nadie le perdonará a un club de tal dimensión errores y chapuzas como las cometidas con el fichaje de Neymar. Es obvio que usted firmó aquello que Rosell le puso sobre la mesa y que ahora debe dar la cara en los juzgados. José Ángel González Franco es un buen abogado que le permitirá librarse de las consecuencias de aquel despropósito contractual. Me consta. Asesórese bien y póngase siempre en la tesitura de que lo que pueda pasarle al club, acabará sucediendo. Decida con esa constatación siempre presente. Ah, y deje de decir que está procesado por defender al Barça. Es un mensaje contradictorio, también lo defienden sus oponentes y hasta el amortizadísimo Johan Cruyff.
7) Sea generoso en la victoria. Pese a sus malas relaciones últimas con Antoni Freixa, puede serle útil en algún ámbito. Es el personaje más futbolero de cuantos se han atrevido a enfrentarse con usted y no es independentista. Laporta y Benedito no volverán, puede olvidarlos. A Freixa puede recuperarlo para algún cometido concreto y neutralizará al único oponente con posibilidades de convertirse en una oposición subyacente.
Le esperan unos años apasionantes y un reto personal magnífico. Desempeñarlo con altura de miras le engrandecerá. Ha sacado del camino a los Laporta, Sala-Martín, Guardiola, Massip… todos aquellos que desde la grandilocuencia pretendían un Barça pequeño, instrumental, a medida de su enanismo político. El socio les ha dado una enorme lección. Recuerde que muchos de los aficionados no han votado a su favor, sino en contra de otras opciones. Téngalo presente en su día a día y no deje de recordarlo. Por si acaso, algunos medios y periodistas estaremos atentos. Le estaremos vigilando. De buen rollo, pero atentos.