Se perfilan estos días los pactos que van a dar gobernabilidad a ayuntamientos y CCAA en toda la geografía española, y he aquí que aparece Ciudadanos como el principal adalid de la estabilidad política e institucional.
Juegan a la centralidad política, lo cual no es cierto, mostrando que pactan por igual con PP y con PSOE, y para ello muestran el pacto con Susana Díaz en Andalucía
Mucho se habló durante la campaña electoral de cuál era el ideario del partido 'naranja', pero ahora ya lo tenemos claro es marxiano, no marxista (no se asuste nadie), inspirado en la frase de Groucho Marx: “Estos son mis principios y si no les gustan tengo otros”, porque en unos meses e incluso días han cambiado de arriba abajo todo lo que prometían a los españoles.
Juegan a la centralidad política, lo cual no es cierto, mostrando que pactan por igual con PP y con PSOE, y para ello muestran el pacto con Susana Díaz en Andalucía. No nos engañemos es simple maquillaje de cara a las elecciones generales y de este modo justificar el pacto con el PP en Madrid, La Rioja, varios municipios y quizás hasta en Valencia.
¿Porque qué razones hay para pactar ahora en Andalucía, que no las hubiese hace 80 días? Ninguna; la petición de dimisión de Chaves y Griñán era sólo una excusa para no pactar antes del 24M, ya que hace tiempo que los dos renunciaron a seguir en sus escaños. ¿Qué cambia ahora? Que hay que pactar con el PP en otros lugares, y de este modo no somos ni carne ni pescado, es decir no nos mojamos. Conclusión: postureo.
Por cierto, en el acuerdo con el PSOE, C’s acepta las embajadas de la Junta de Andalucía en capitales europeas, algo que critica en Cataluña a la Generalitat de Artur Mas; claro que dice que estas fomentan la independencia y las otras son para negocios, en fin, Groucho Marx a escena.
Y ahora lo que interesa: los pactos con el PP, su verdadero objetivo, que fue para eso que le sufragaron la gran banca y el Ibex. Así que vamos a pactar alegremente y sin pudor, que la Púnica, la Gürtel, y demás corruptelas son pelillos a la mar, y si el PP dice que tiene voluntad de cambio pues ya está. Lo de las primarias lo metemos en el cajón, porque después de la cacicada de la agrupación de C’s de Madrid poco ejemplo se puede dar, por no hablar de las denuncias de pucherazo en otras partes del país.
El otro día Albert Rivera con una americana de color azul (¿casualidad?, juzguen ustedes) nos comentaba que los pactos eran el reflejo que C’s venía a la política para regenerar España. Creo que se le olvidó decir que el pueblo naranja andaba deprimido porque los resultados no eran los esperados y habían caído en la irrelevancia casi absoluta, y era necesario un golpe de efecto para que la tropa no huyese despavorida.
Aunque hubiese quedado mejor citando a su maestro ideológico, el gran Groucho con aquello de que “yo no sería miembro de un club que me aceptase como socio”.