CiU ha pasado de pedir una victoria en los ayuntamientos para afrontar el proceso soberanista a afirmar que las elecciones municipales son sólo eso, municipales. ¿Qué ha pasado para este cambio de tercio en apenas siete días de campaña?Muy fácil. En Tarragona, CiU se hunde. En Lérida no avanza y en Barcelona la mayoría no será soberanista. Sólo Gerona será el reducto convergente. Es más, el área metropolitana de Barcelona –y Tarragona- dará la espalda a Mas.
Mas aguantará hasta 2016 en la Generalidad y, en este tiempo, CiU –o más bien CDC- deberá buscar un candidato de futuro
CiU no aspira a conquistar ninguna alcaldía relevante. Las encuestas también reflejan la falta de fuelle de los nacionalistas en la zona más poblada de Cataluña y sólo le dan alguna posibilidad en la segunda corona metropolitiana.
Con estas previsiones, no sorprende que Mas “el soberanista” haya decidido volver a la normalidad. Una nueva derrota hará imposible que el 27 de septiembre se convoquen elecciones. Esperará a finalizar la legislatura que será sinónimo de finalizar su carrera política.
Será el punto y final a una aventura sinsentido que dejará a miles de personas frustradas. El 24M será el principio del fin. Mas aguantará hasta 2016 en la Generalidad y, en este tiempo, CiU –o más bien CDC- deberá buscar un candidato de futuro. Hoy por hoy, este candidato es toda una incógnita pero un año es una eternidad en política.