La semana pasada me dijeron que una nueva asociación se presentaba en Pamplona en defensa de la concordia y de Navarra, y decidí acudir sin saber bien de qué se trataba ni qué ámbitos abarcaría. Nuestra familia vive allí desde hace casi tres años, entre otros motivos para conseguir lo que la Generalidad y el Síndic de Greuges negaban sistemáticamente a nuestros hijos, y que no era otra cosa que un sistema educativo bilingüe en el que no se excluyera el español.
SCC ha realizado un estupendo trabajo enfrentándose al secesionismo catalán, lo que les ha llevado a conseguir muy meritoriamente el premio 'Ciudadano Europeo 2014'
Cuál no fue mi sorpresa cuando llegué al auditorio Baluarte y me encontré con carteles de Societat Civil Catalana (SCC), que resultó ser quien apadrinaba a una futura Sociedad Civil Navarra. Tras diferentes parlamentos y vídeos explicando las brillantes actuaciones de SCC en defensa de la unidad de España, tomó la palabra su presidente, que como tantos otros miembros de SCC han realizado un estupendo trabajo enfrentándose al secesionismo catalán, lo que les ha llevado a conseguir muy meritoriamente uno de los premios 'Ciudadano Europeo 2014'.
En su discurso mencionó la necesidad de articular una nueva Ley de Lenguas que reconociera la realidad plurilingüe de España haciendo de alguna manera cooficiales en todo el país todas las lenguas que ahora son cooficiales solo en sus Comunidades respectivas. Lo planteó como una estrategia para que no fueran los nacionalistas los que tuvieran el monopolio del discurso de las lenguas, y conseguir atraerles hacia el proyecto de España, haciéndola más suya.
Parece que de repente este es el tema de moda. Levanta acaloradas pasiones a favor y en contra, por desgracia incluso con algunos comentarios descalificativos sobre personas como Mercè Vilarrubias, quien se ha significado repetidamente con mucha valentía contra la inmersión forzosa en catalán y en defensa del bilingüismo, y que en mi opinión, porque la conozco y hemos hablado mucho del tema, siempre ha sido honesta y bienintencionada.
Pero tampoco me ha parecido muy acertado algún comentario en este mismo medio calificando como nacionalistas españoles a los que se oponen a la cooficialidad de las lenguas autonómicas en todo el territorio español.
Una propuesta en esa misma línea se plasmó en el reciente 'II Seminario multidisciplinar sobre el plurilingüismo en España', celebrado en el Institut d'Estudis Catalans e inaugurado por el ex presidente autonómico señor José Montilla. El mismo que alcanzó el grado de 'honorabilidad' gracias al apoyo de ERC, y que siendo la máxima autoridad del Estado en Cataluña encabezó aquella manifestación contra la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto. Toda una autoridad.
No estaría en contra de regular un mayor reconocimiento de las lenguas autonómicas en algunos aspectos, incluso aunque tuvieran un cierto coste económico
Parece que el PSC no ha aprendido la lección y hace unos días compareció en el Parlament conjuntamente con CiU, ERC, ICV y la CUP para rechazar el recurso del Gobierno que impugna la matriculación en las escuelas catalanas por no ofrecer una enseñanza equilibrada entre catalán y castellano, como exigen las sentencias del TSJC, el TS y el TC.
Volviendo a la propuesta de Ley de Lenguas, yo no estaría en contra de regular un mayor reconocimiento de las lenguas autonómicas en algunos aspectos, incluso aunque tuvieran un cierto coste económico (razonable), pero no sin antes ver cumplidas las sentencias y que fuera respetado el castellano, que es una lengua tan propia de Cataluña como el catalán.
¿De verdad se cree alguien que, si ofreciéramos a los nacionalistas esta ley y como contrapartida les pidiéramos que acataran las sentencias que suponen el fin de la inmersión, lo aceptarían?
Sin contar con los partidos claramente secesionistas como la CUP, ERC o CDC, tampoco me imagino al señor Duran i Lleida aceptando este pacto, considerando que fue capaz de decir en el mismísimo Congreso de los Diputados que le parecía “lamentable” que aún se hablara en castellano en los patios de las escuelas catalanas.
¿Lo aceptaría UDC? ¿Tal vez Construïm? ¿Lo aceptaría el PSC? ¿Tal vez Federalistes d'Esquerres?
Nuestra asociación cree que es necesario plantar cara al secesionismo, como hemos hecho en nuestros ya 23 años de existencia, pero que lo más importante es actuar contra la raíz del problema, que no es otro que la exclusión sistemática del castellano de la vida pública, la inmersión forzosa en catalán en las escuelas, y lo que es peor, la utilización de la competencia de educación por parte de los nacionalistas para convertirla en un instrumento de adoctrinamiento secesionista a las futuras generaciones de catalanes.
Si el apoyo contra el secesionismo de estos partidos enmarcados en la llamada 'tercera vía' va a suponer de entrada proponer una ley conflictiva y sin contrapartidas, y como segunda etapa (ya lo verán) el blindaje de las competencias en lengua y educación, sólo alargaremos el problema en el tiempo pero sin resolverlo, y el secesionismo vencerá a la larga captando más y más adeptos en las escuelas.