Para el ciudadano medio español, -para el “Juan español”-, es difícil entender los entresijos de la política interna de los Partidos políticos. Tampoco le interesan demasiado si estos problemas no interfieren en su vidas cotidianas, en su igualdad de derechos (sanidad, educación etc), su libertad o su bolsillo. Pero si perciben que esos problemas se alargan e intensifican y que los medios de comunicación los airean y opinan sobre ellos, lo probable es que piensen que ese partido ya no tiene capacidad para resolver los problemas del ciudadano porque las fuerzas se le agotan en el guirigay interno. La consecuencia es que les retiran su confianza, su voto. Me temo que eso sea una de las causas de lo que le ha ocurrido a UPyD, amén de los errores de bulto de la Dirección y demás menudencias -y no tan menudencias- que han inundadolas noticias publicadas, radiadas y televisadas. No entremos más en ello.
Ciudadanos comenzó con un radio exclusivo catalán y UPyD siempre tuvo claro que su implantación era el territorio español, con gran visión política
Lo notorio para el ciudadano han sido los desencuentros con el partido Ciudadanos. Y es curioso que en las siglas de UPyD la primera palabra sea precisamente “Unión” y que la propaganda electoral de UPyD señale siempre “lo que nos une”. La palabra “unión” se inserta en el nombre de muchos partidos políticos: Unión Mallorquina, Unión cordobesa, Unión del Pueblo Navarro, Convergencia y Unión, además del extinguido Unión del Centro Democrático. La mayoría son partidos con un radio de acción local: Mallorca, Córdoba, Navarra, Cataluña. Solo UPyD ha tenido desde el inicio e inequívocamente un ámbito nacional español. Ha reivindicado siempre que no hay otra Nación política que España y se inscribe entre los Partidos que reivindican la unidad de la nación española sin cuestionar la existencia de otras naciones culturales, aceptadas en la Constitución como “Nacionalidades “, que no Naciones Políticas.
Todos los partidos tiene sus “conflictos internos” especialmente cuando se opina -con razonamientos- sobre las estrategias políticas adoptadas por la Dirección. Una cosa es la desunión y otra la divergencia de opinión que no debe ser causa de desunión, sino de enriquecimiento porque demuestra vitalidad del Partido, aunque desgraciadamente esta divergencia en el caso que nos ocupa haya llevado a la desunión. Precisamente hoy nos encontramos con la exhibición del conflicto de UPyD , un partido que tantos elogios ha merecido por su buen hacer parlamentario, cuya dirección no quiere - al menos por ahora- una unión, pacto, o lo que se acuerde, (que no fusión ) con otro partido Ciudadanos al que se asemeja en muchos de sus postulados. También hay diferencias ente uno y otro partido. Unas son muy visibles y otras de mas calado político. Las mas visibles son las personales de sus respectivos líderes. El ciudadano, -el Juan español-, percibe como “ lo nuevo” al uno y a la otra como “ lo antiguo”, uno como “inexperto”, otra como “experta”, uno como “negociador” otra como “estricta”. Y quizá ahí este el mayor problema, en el choque de personalidades.
Las diferencias políticas ¿son insalvables? . Lo cierto es que ya convergen en el ámbito de acción. Ciudadanos comenzó con un radio exclusivo catalán y UPyD siempre tuvo claro que su implantación era el territorio español, con gran visión política. Las “franquicias políticas”(PSC y PPC ) no han ayudado precisamente a la cohesión de España, ni a la igualdad y libertad de todos los españoles. Las otras diferencias como el hecho de proponer Sanidad, Educación y Justicia en manos del Estado no son absurdas en vista de los problemas que han generado. Por ejemplo:
1º La Sanidad compartimentada ha resultado letal para el ciudadano ubicado en algunos territorios lejos del hospital de su Autonomía.
2º El mal resultado de la Educación ( véase PISA) y los problemas derivados de los 17 sistemas educativos de las 17 autonomías, ademas de la política lingüística de las nacionalidades periféricas españolas.
3º La manipulación de la Justicia por los políticos-caciques de turno ha propiciado el lodazal de la corrupción.
Por tanto las diferencias políticas expuestas son asumibles. La mayoría de los ciudadanos estaría de acuerdo con lo propuesto por UPyD excepto los nacionalistas. Otra cosa es que se negocie en la forma y los tiempos para la realización de esas propuestas. No se trata de renunciar a propuestas esenciales ni de Ciudadanos, ni de UPyD, sino de hallar puntos de encuentro. Se trataba de sopesar de forma seria y responsable lo que es mas beneficioso para el resto de todos los ciudadanos españoles comenzando por el “aquí y ahora”, pero con la mirada puesta en las dos próximas generaciones.
En ambas formaciones políticas se han cometido errores garrafales -políticos y personales- aireados algunos por los medios de comunicación,¿a instancias de parte?. Y no digo más porque El Mundo ya se ha encargado de ello (El Mundo, 12/4/2015 ) y si como apunta el periódico se ha iniciado una Opa hostil hacia UPyD desde Ciudadanos cristalizada en el trasvase acrítico de afiliados de uno a otro partido para desangrarlo y acelerar su muerte , el sistema nos parece inmoral, sin paliativos.
Una refundación de UPyD más Ciudadanos puede representar una fuerza política liberal determinante
Tanto en UPyD como en Ciudadanos ha faltado finezza política, sutileza, habilidad política. Hoy se habla mucho de la “mediación” en los conflictos de todo tipo, antes de llegar a una ruptura irremediable. Hasta hay estudios Universitarios para acreditarse como mediador en los conflictos. Y en esos estudios la primera premisa es la voluntariedad.
La pregunta es si la hay voluntad política en ambas formaciones. Porque en estos desencuentros pierden todos: UPyD se desangra, Ciudadanos exhibe una prepotencia que esta fuera de lugar, y ambos pierden unos afiliados de lujo, bien formados, serios, inteligentes, con criterio , honestos, cuyo valor como capital humano esta fuera de toda duda. Pero quien mas pierde es España, los españoles, porque pierden la oportunidad de reformar en profundidad este país de trileros que esta pidiendo a gritos un rearme moral, una oportunidad para ilusionarse con y por su país, y recobrar la dignidad perdida.
A esa reforma responde una iniciativa de afiliados de UPyD para refundar el partido, enderezar el rumbo y generar la confianza perdida.
En la próxima legislatura es previsible que se aborden cambios importantes en nuestra Constitución. Quizá un cambio en la estructura del Estado de grandes repercusiones para todos los españoles. Pasar de un Estado de 17 CCAA , burocratizado y con excesivos funcionarios -que no podemos sostener económicamente-, a un federalismo realmente simétrico (UPyD), o asimétrico como el de ahora ( con privilegios fiscales territoriales), incluso a una Confederación (Suiza ) como pretenden los nacionalismos. Cualquier cambio a otro tipo de Estado va a requerir grandes acuerdos entre todos los Partidos que estén presentes en el próximo Parlamento español.
Hay que estar preparados para ello con tiempo y responsabilidad. Una refundación de UPyD más Ciudadanos puede representar una fuerza política liberal determinante. Las cúpulas de UPyD y Ciudadanos han de ser conscientes de que estamos ante una situación compleja y extraordinaria que requiere presentar soluciones posibles y excepcionales, con inteligencia y responsabilidad.
Una responsabilidad que nos concierne a todos.