Después de leer la noticia sobre esa singular asociación de alcaldías que han solicitado la adhesión inquebrantable al "prusés per a la independència" y la lealtad sin fisuras a Artur Mas, debo reconocer que han vuelto a conseguir asombrarme.
Los regímenes totalitarios están dirigidos por un partido político que se comporta en la práctica como partido único
No creo que en los países civilizados y en las democracias occidentales de nuestro entorno haya nadie capaz de creerse lo que está pasando en Cataluña, donde a medida que crece el órdago al Estado se abunda en el ridículo. Han sido capaces de ponerle día y hora a la declaración unilateral de independencia.
Por grotesco que parezca, las acciones para conseguir sus propósitos se acercan cada vez más, a las de un régimen totalitario y no debería pasar inadvertido a futuros votantes.
Los regímenes totalitarios están dirigidos por un partido político que se comporta en la práctica como partido único. En Cataluña, durante los últimos años, CiU ha asimilado el discurso independentista de ERC hasta dejarla en la indigencia política, ha hipnotizado a ICV-EUiA con los cantos por el "dret a decidir" hasta convertirla en la marioneta de sus pactos, ha fundido en un abrazo a los antisistema de la CUP, y ha obligado al PSC a posicionarse hasta romperlo en dos. La única alternativa era 'su' independencia sin matices, y todos a las urnas en una lista común, aventando de un manotazo el principio democrático del pluralismo político.
En los regímenes totalitarios se utilizan los movimientos de masas para demostrar el enorme apoyo social. Así ocurrió en las movilizaciones del 11S, patrocinadas por organizaciones convenientemente regadas de dinero público y agitadas desde los medios de comunicación. Posteriormente se señala de forma inequívoca la soledad de los disidentes.
A los totalitarios les gusta crear y hacer uso de distintos mecanismos de control social, y para eso está el CAC
Es característica también de los totalitarios hacer uso intenso de la propaganda. Y lo demostraron con la campaña institucional para promocionar la consulta ilegal del 9N que el Tribunal Constitucional suspendió, resolución que fue convenientemente utilizada para hacer apología del victimismo contra el 'Estado opresor'.
A los totalitarios les gusta crear y hacer uso de distintos mecanismos de control social, y para eso está el CAC. Para silenciar y sancionar las opiniones que no les gustan y restringir así la libertad de expresión.
El totalitarismo es, en definitiva, la pretensión de organizar un Estado y la 'Declaración municipalista de Cervera' no es otra cosa que la amenaza sutil con la que se pretende obtener la adhesión inquebrantable de los alcaldes, el culto al líder y un indisimulado intento de condicionar un proceso electoral municipal que debe ser libre y democrático.
A buen entendedor: primero a votar y luego a cumplir las órdenes.