Andalucía ha votado, y con ello ha empezado este año electoral que finalizará en noviembre con las elecciones generales. Se pueden extraer muchas lecturas de las elecciones andaluzas. En especial, que las encuestas de nuevo han fallado, unas más que otras, en sus previsiones, pero es algo que viene siendo habitual los últimos años, lo cual no debe llevarnos a preocupación.
Susana Díaz ha sido la gran triunfadora, no sólo porque ha ganado las elecciones, sino porque al adelantarlas se jugó poder gobernar con mayor comodidad y su liderazgo en el socialismo andaluz; el reto le ha salido a la perfección, ha conservado los cuarenta y siete escaños, le saca diez puntos a la segunda fuerza y puede gobernar en solitario con acuerdos puntuales.
La derrota del PP en Andalucía es la derrota de Mariano Rajoy. Su candidato no era nada conocido, y al no gobernar en la comunidad la ciudadanía le ha castigado por sus políticas neoliberales en España
Su campaña ha sido muy personalista, muy en contacto con la ciudadanía, escuchando a la gente. Ella era el mejor valor que aportaba el PSOE a la campaña. Con su triunfo, se reafirma como líder del socialismo andaluz y por ende del español, lo que hará, sin duda, que muchas miradas converjan en ella si los resultados de las próximas elecciones no son muy favorables al socialismo.
La derrota del PP es la derrota de Mariano Rajoy. Su candidato no era nada conocido, y al no gobernar en la comunidad la ciudadanía le ha castigado por sus políticas neoliberales en España, sus políticas de recortes y de llevar a la gente a la pobreza y a la miseria.
Izquierda Unida se ha hundido, rota en sus divisiones, antesala de lo que le va a ocurrir en el futuro inmediato salvo que cosan el partido y consigan atraer el voto que se les ha ido a Podemos, cosa que se me antoja muy difícil, por no decir imposible.
Podemos ha conseguido unos buenos resultados, quizás no los esperados por algunos, -el pecado de las encuestas-, pero muy admirables por ser una formación a la que le pillaron las elecciones al contrapié y casi sin organización.
Ciudadanos logra unos buenos resultados, y con ello se convierte en alternativa para los votantes desengañados del PP. También las encuestas les daban más, pero aquí entra el interés de los poderes fácticos por constituir un partido de derechas que sea alternativa de los populares.
Aunque se quieran buscar lecturas para el futuro electoral, creo que hay muy pocas, las autonómicas tienen escaso movimiento electoral salvo cataclismo. Lo que se puede extraer es que el bipartidismo no está tan muerto como nos quieren indicar, que la ley D'Hondt ayuda mucho a la lista más votada, y que Podemos y Ciudadanos han venido para quedarse.
Pocas más podemos extraer. Ah sí, que las encuestas seguirán sin acertar una, pero eso, al menos yo, lo tenemos asumido.