El próximo 10 de marzo comenzará el periodo de preinscripción escolar 2015-16: ese día muchos padres habrán visitado ya numerosos colegios, leído folletos informativos, consultado webs y escuchado a diferentes responsables de centro vender las “ventajas competitivas de sus centros respecto a otros”. Pero ninguno de ellos habrá encontrado un centro escolar público o concertado donde se les garantice una enseñanza en las dos lenguas cooficiales: castellano y catalán.
Muchos padres nos contactan y preguntan si sabemos de centros donde se incluyan las dos lenguas como vehiculares y de nuevo, el miedo a solicitarlo y que su hijo sea luego señalado
Para aquellos que formamos parte de asociaciones que defienden el bilingüismo, este periodo de preinscripción es lo más parecido a “El día de la Marmota”. De nuevo, muchos padres se sorprenden de que sus hijos sólo puedan estudiar en catalán; de nuevo, muchos nos contactan y preguntan si sabemos de centros donde se incluyan las dos lenguas como vehiculares y de nuevo, el miedo a solicitarlo y que su hijo sea luego señalado.
La mayoría de los padres desconocen que el modelo educativo al que tienen derecho sus hijos, es un modelo bilingüe, que siempre ha sido este y que el modelo de inmersión lingüística no es el legal. Así se lo ha recordado al Gobierno autonómico, en reiteradas sentencias, el Tribunal Supremo y el TSJC. Estas sentencias concluyen que la LEC, que ampara la inmersión lingüística, sólo es constitucional en este punto SI hay un equilibrio entre las dos lenguas oficiales; es decir que la inmersión lingüística NO es constitucional porque prioriza y monopoliza la enseñanza de /en catalán por encima del castellano, cuando las dos lenguas son cooficiales en el territorio.
Y después de explicarles todo esto, solo nos queda decirles que no hay un solo colegio público o concertado que nos de la opción bilingüe sino que matricule a sus hijos en los centros y cursos donde se aplican ya sentencias. Y les animamos ,sí, pero les explicamos que es un camino largo hasta conseguirlo, que en este curso no será, que hay toda una burocracia, que tendrá que llegar a los tribunales como otros “padres-perseverantes-luchadores” llegaron y consiguieron una sentencia del TSJC y su posterior aplicación.
El modelo de inmersión lingüística no es el legal
En la hoja de preinscripción no hay una casilla habilitada para solicitar bilingüismo, no se puede solicitar y la Generalitat cambia el poder por el querer y nos cuenta que ningún padre lo “solicita”. La AEB ( Asamblea por la Escuela Bilingüe) les anima: “¡Pídanlo! ” imprímanse nuestro folleto y adjúntenlo a la hoja de preinscripción, oblíguenles a darnos respuesta de cuantos centros en su municipio dan más horas de castellano y cuando llegue la respuesta ( no hay centros) plantéese seguir recurriendo o cambiar a sus hijos a un centro privado y que “los que dicen que no existimos” paguen los costes, como así les obliga la LOMCE.
Pero recuerden, antes de entregar esa hoja de preinscripción, es imprescindible desechar su principal mantra: “ Los que quieren más castellano están en contra del catalán” porque ese es su argumento. El nuestro es otro: queremos lo mejor para nuestros hijos, que estudien, aprenden y quieran sus dos lenguas: el catalán y el castellano.