Expongo, en esta segunda parte, algunas reflexiones orientadas a encarar el futuro hasta las próximas elecciones autonómicas, aunque nuestra mirada debe ser mucho más ambiciosa y abarcar también la próxima década. Nos llevará mucho tiempo reparar los destrozos y las fracturas causadas por el movimiento nacional-independentista en la sociedad catalana y encauzar la deslealtad que se ha instalado en las instituciones autonómicas. Para lograrlo resulta indispensable contar con el apoyo de las instituciones centrales del Estado.
Octavo, tenemos que aprovechar este momento de desconcierto y desunión del independentismo para tomar la iniciativa. Nos equivocaríamos si nos sintiéramos hoy satisfechos por su fracaso en 2014 y bajáramos la guardia porque volverán a intentarlo en 2015. Ha llegado la hora de rentabilizar nuestras pequeñas victorias, afianzarlas y extenderlas, para activar y desarrollar redes sociales con el propósito de resaltar lo mucho que nos une y las enormes ventajas que nos ha reportado la cooperación leal con el resto de españoles. Y para conseguirlo necesitamos la presencia y colaboración de las instituciones centrales del Estado (ICE). Permítanme, abusando de su paciencia, desarrollar algo más esta idea:
- El Tribunal Supremo y el TSJC han dictado varias sentencias que exigen al gobierno catalán que el español sea lengua vehicular en Cataluña. O logramos que esas sentencias se cumplan y se extiendan a todos los colegios públicos y concertados en Cataluña, o perderemos definitivamente la batalla educativa, tan importante para mantener viva la pluralidad de la sociedad catalana y su integración en España.
- Hay que exigir al gobierno español que el desconocimiento del catalán no pueda seguir siendo un impedimento para acceder a la función pública, en general, y al sistema educativo, en particular, en Cataluña. O se normaliza el proceso de acceso a la función pública, algo que nos permitió a muchos españoles nacidos en otras partes de España trabajar en Cataluña, o se acabará imponiendo el monolingüismo oficialista en todos los ámbitos bajo el control de las administraciones Públicas catalanas.
- Hay que fomentar la creación de asociaciones culturales y recreativas al servicio de los ciudadanos, para contrarrestar el potente tejido asociacionista que hoy controla el nacional-independentismo y utiliza para adoctrinar y ‘hacer país’. En particular, hay que dinamizar las casas regionales y conseguir que su principal fuente de financiación provenga de las ICE y otras CC. AA. para asegurar su independencia del gobierno de la Generalidad. En el ámbito cultural, quiero subrayar la reciente presentación del Centro Libre. Arte y Cultura (CLAC), empeñado en abrir un nuevo espacio de libertad y pluralidad en Cataluña.
- Hay que exigir también al gobierno central que financie y gestione directamente una red de centros educativos, culturales y recreativos, y no se desentienda de su gestión, dejándola en manos del gobierno catalán u otras instituciones controladas por la Generalidad. y promueva Asimismo, las ICE tienen que promover fundaciones en Cataluña dedicadas a fomentar la lengua y la cultura común de todos los españoles y a promover centros de investigación que defiendan los valores constitucionalistas y la unidad de mercado. En Cataluña ha de haber centros de investigación que trasladen a la sociedad catalana visiones de futuro distintas a las que, por citar sólo dos casos conspicuos, se articulan desde el Consell Assessor per a la Transició Nacional o el Institut d’Estudis Autonòmics, controlados ambos por el gobierno catalán. Sin recursos para contrarrestarlos será difícil contrarrestar sus mensajes tendenciosos.
- Por lo que a MCEC se refiere, considero que nuestro principal objetivo para 2014 es aumentar nuestra presencia en la sociedad catalana, fijándonos unos objetivos muy precisos y desarrollando un plan estratégico de actividades para explicar a los catalanes las enormes ventajas, afectivas, culturales y económicas, que nos ha reportado en los últimos 300 años, y nos sigue reportando todavía en 2015, estar unidos al resto de los españoles. Conviene también explicarles al resto de los españoles, e incluso a quienes ostentan cargos en las ICE y otras CC. AA., que yerran gravemente cuando inconscientemente asocian ‘catalán’ con nacionalista o independentista, nos abandonan y nos dejan a merced de las instituciones autonómicas catalanas que impunemente recortan nuestros derechos constitucionales. Libramos una carrera contrarreloj para activar las redes sociales a las que acabo de referirme y trasladar a los responsables de las ICE y otras CC. AA. la necesidad de contar con su apoyo antes de que sea demasiado tarde. A sumarse a esta esperanzadora tarea, invito a todos los simpatizantes de MCEC, a los representantes de los partidos políticos y todas las asociaciones que defienden la Constitución y la igualdad legal y efectiva de todos los españoles.