La justicia como uno de los tres poderes de la democracia y por tanto del estado de derecho, debe estar asentada en la realidad, y cumplir, y hacer
cumplir las leyes y normas que han legislado las cámaras de representantes, emanadas de la decisión en las urnas del conjunto del pueblo español.
Hay jueces que en vez de tocar de pies a tierra, y bregar con la realidad social de los tiempos que corren, dentro del marco común que nos hemos dado como sociedad, ellos en cambio sueñan con inventarse un país
Se preguntarán, ¿Por qué nos dice esto? Es algo básico ¿No? Pues no! En nuestra región hay jueces que en vez de tocar de pies a tierra, y bregar con la realidad social de los tiempos que corren, dentro del marco común que nos hemos dado como sociedad, ellos en cambio sueñan, sueñan con inventarse un país, y como no, el dedo divino del independentismo más puro le ha tocado a él para jugar su papel en el delirio, el juez Santiago Vidal según sus palabras "Tinc un somni, veuré la República catalana fent de jutge" unas palabras que encuentro conmovedoras para el universo separatista, y no puedo dejar de imaginar a su señoría vestido con un pijama estelado, y empujado por quien se siente designado por la divina providencia, y en la fría madrugada con la vista puesta en el horizonte nacional, se sienta, y transcribe sus sueños regando de tinta negra los afortunados folios que soportarán el peso de la historia.
Con el alba la constitución de la República catalana ve la luz, el sagrado texto que ha emanado de la imaginación del señor juez, nace con la pretensión por supuesto que todos sus preceptos sean obedecidos y respetados por la sociedad catalana, no como ha ocurrido con tantas sentencias no respetadas y acatadas por las instituciones autonómicas hasta ahora.
Lo relatado hasta ahora podría ser un guion perfecto para una tragicomedía con tintes surrealistas, que en otras circunstancias solo podría producirme vergüenza ajena, pero en estos momentos es tanto el perjuicio que estamos teniendo la sociedad catalana con el dichoso y dilatado “procès” que no puedo olvidar que lo que para algunos iluminados es un sueño, para la sociedad actual y para las generaciones venideras puede ser una auténtica pesadilla.