ERC y CiU a cara de perro
El triunfo de Syriza en Grecia ha eclipsado todo el resto de temas políticos. La izquierda se ha entusiasmado y todos se apuntan a ser la franquicia de Alexis Tsipras en España y en Cataluña. Algo de rubor produce ver a los dirigentes de la izquierda hacerse fotos con el nuevo primer ministro griego. Sin embargo, este debate que durará días y días y analizará los primeros pasos del rival de la austeridad en Europa, tiene un efecto balsámico en Cataluña. Mejor dicho, tiene un efecto balsámico para Artur Mas y para el conjunto del movimiento secesionista.
Las miserias internas, los intereses personales y las divergencias políticas están poniendo las cosas difíciles a un proceso que ha encallado
En primer lugar, Grecia tapa que la hoja de ruta sigue siendo un papel mojado. Las miserias internas, los intereses personales y las divergencias políticas están poniendo las cosas difíciles a un proceso que ha encallado. El barco que debía llevar a hasta Ítaca es lo más parecido a un queso de Gruyère y hace aguas por todas partes. Cada día que pasa es más evidente que el pacto de última hora que evitó la ruptura no fue más que un remedio de urgencia para un proceso condenado al fracaso. El 27S sólo tendremos unas autonómicas y a cara de perro.
En segundo lugar, Grecia pone su granito de arena en ocultar que la gestión del gobierno de Mas se ha salvado con la aprobación de unos presupuestos más que inservibles para gobernar pero que dan tranquilidad en Palau. El presidente de la Generalitat nos obsequió después de navidades con una larga y extensa rueda de prensa en la que explicaba los logros de su gobierno. Logros en todos los campos. En el paro también. No tuvo reparos en decir que gracias a la Generalitat el paro bajó en Cataluña en 2014. No analizó que hoy en Cataluña, como en España, tenemos un nuevo fenómeno que se llama pobreza laboral. O sea, tienes un trabajo pero no llegas a final de mes. Un dato lo demuestra. Uno de cada cuatro contratos suscritos por las Empresas de Trabajo Temporal tuvo un solo día de duración. Así los contratos aumentan en paralelo a la miseria que generan al trabajador que los acepta.
Y en tercer lugar, Grecia echa una mano para poner una cortina de humo en el proceso judicial de los Pujol, eso que nuestro presidente considera un tema familiar, cómo si CDC no tuviera la sede embargada y su tesorero imputado. Cómo si Pujol no hubiera sido presidente del partido y su hijo Oriol secretario general. Mas, como Rajoy, mira hacia otro lado esperando que la tormenta amaine. Ahora hemos sabido que Oriol Pujol medió ante Mas en operaciones de deslocalización de empresas de las que luego se lucró, según el auto del juez.
Grecia echa una mano para poner una cortina de humo en el proceso judicial de los Pujol, eso que nuestro presidente considera un tema familiar
Es grave que el secretario general de un partido se lucre con estas operaciones, pero mucho más grave que el presidente del gobierno intervenga a favor de empresas que quieren deslocalizarse. De esas operaciones lucrativas para Oriol Pujol y sus socios empresariales salieron mal parados miles de trabajadores. Sin embargo, está forma de hacer no es nueva. Siendo presidente Jordi Pujol, la empresa Lear anunció su marcha de Cervera. El secretario general de Industria en aquel momento era Oriol Pujol. Su hermano Josep Pujol asesoraba a Lear a través de su empresa Europraxis. En los casos de Sharp, Sony y Yamaha, Oriol Pujol repitió el “modus operandi” y Mas se avino a realizar gestiones para cerrar empresas en Cataluña. ¿No debe hacer el contrario un gobierno?
Hasta ahora Mas limitaba el escándalo a una familia. Dijo el ex presidente que la fortuna procedía de una herencia pero el juez no se lo cree. Pujol tendrá que comparecer para explicar una fortuna amasada durante 23 años de presidencia mientras daba lecciones de ética y patriotismo. Y Oriol, envuelto en la bandera también. El sarcasmo llega cuando ERC traiciona a CiU. Ha tenido que pasar todo esto para que los republicanos cambien de opinión y exijan la comparecencia de Mas en la comisión de investigación. Empieza el “a cara de perro”.
