Las películas del 'Far West' de Hollywood popularizaron esos carteles que, titulados con la palabra 'Wanted' -Se busca-, se ilustraban con la foto del "malo malísimo" y adornaban las calles de aquellos pueblos y ciudades en los que imperaba la ley del más fuerte. Hoy, Cataluña es protagonista de un "remake" del 'Wanted'. En esta versión encontramos los carteles de Esquerra Republicana en los que se acusa a Mas de ser el culpable del descarrilamiento del proceso soberanista si no convoca elecciones de forma inmediata. Mas, por su parte, ha editado sus propios 'Wanted' en los que, bajo la foto de Junqueras, se acusa a ERC de estar más preocupada por sus intereses partidistas que por los intereses de país. Mas sugiere que ERC es la culpable del fracaso si no acepta -de rodillas, claro- una lista unitaria del soberanismo.
La cainita batalla que se está librando, para dirigir el proceso independentista y liderar el soberanismo, se ha agudizado en estos días. Mas ha presionado a ERC reuniéndolos con la ANC y Òmnium, que cada día que pasa se convierten más claramente en el brazo armado de CDC. Luego, en su discurso de fin de año puso su guinda al pastel. Se vistió de estadista y defendió la unidad como mejor forma de enfrentarse al Estado. Evidentemente, la unidad la representan CDC y Mas. El que no la acepte pone palos a las ruedas. Enseñó su tarjeta de visita. Si el proceso no avanza ERC es la culpable.El primer 'Wanted' de Junqueras es Pablo Iglesias, al que compara, nada más y nada menos, con el PP
Como era previsible, los republicanos no han perdido el tiempo para replicar. Primero, Junqueras se lanza al cuello de Podemos, la nueva "bestia parda" del independentismo. Las encuestas afirman que Podemos rompe el mapa político catalán y deja las veleidades independentistas al borde de un nuevo fracaso y a ERC dejándose en el tintero un buen número de votos del sector "cabreado de la sociedad". Por eso, el primer 'Wanted' de Junqueras es Pablo Iglesias, al que compara, nada más y nada menos, con el PP. Algo así como no hagáis caso a Iglesias porque es tan español como Rajoy. El segundo, va dirigido inequívocamente a Mas. Si no convoca elecciones, no tendrá presupuestos, dice con escasa sutileza Lluís Salvadó, el secretario general adjunto de ERC. Pero va más allá. Si Mas no convoca pasará a la historia como el presidente que descarriló el proceso hacia la independencia.
El día 27 es el punto y final de la -supuesta- tregua que los republicanos han dado a Mas para que convoque elecciones. Hasta ese día, unos acusarán a los otros, y los otros a los unos, de ser el malvado, el que ha propiciado el fracaso. Unos y otros se refugiarán detrás de su 'Wanted'. Todo para enmascarar su propio fracaso y el fracaso del movimiento separatista que está perdiendo fuelle porque se ha construido como un castillo de naipes, ha jugado con las emociones y las ilusiones de los ciudadanos y ha manipulado el lenguaje para camuflar sus mentiras. El desasosiego empieza a cundir y la frustración seguro que será una palabra muy utilizada en el próximo 2015. Y recuerden, en mayo la lucha fratricida en el nacionalismo catalán tendrá una segunda entrega: las municipales.