Hoy 31 de diciembre ha finalizado la votación a Consejos Ciudadanos municipales de Podemos y creo que ya es tiempo de empezar a valorar si el sistema elegido para la elección de la estructura de Podemos es el más democrático para tal fin. A la hora de valorar un sistema electoral se ha de tener en cuenta cuales son los fines que se persiguen o, si estos no son explícitos, deducirlo por la conformación del poder que sus resultados determinen.
Existe un cansancio social con el sistema electoral español y ello redunda en la búsqueda de alternativas que, a priori, parecen más democráticas
Existe un cansancio social con el sistema electoral español y ello redunda en la búsqueda de alternativas que, a priori, parecen más democráticas. Las listas abiertas parecen generar múltiples adhesiones atraídas por el concepto de “abiertas” ya que propone el voto directo a personas concretas. La realidad y sus consecuencias en cambio parecen demostrar que sus resultados no son más representativos de los deseos del demos (la sociedad representada). La cuestión es saber cuales son los objetivos de cualquier sistema electoral: representar fiel y proporcionalmente al demos o bien entregar el poder al grupo mayoritario de la sociedad u organización.
En España tenemos un sistema de listas abiertas para la elección de los senadores y su resultado no es proporcional al sentir de los ciudadanos. Aparte de que es un sistema de representación territorial, ya que se eligen cuatro senadores por provincia independiente del censo (excepto las islas y Ceuta y Melilla), el sistema es de listas abiertas presentadas todas juntas en una misma papeleta. Cada elector puede votar a tantos puestos posibles menos uno y su denominación es de listas abiertas mayoritarias. El sistema es mixto ya que 58 senadores son designados por los parlamentos autonómicos, que junto a los 208 elegidos en votación directa suman 266.
El resultado es cuanto menos llamativo ya que en las últimas elecciones generales el PP obtuvo un 61,54% de los senadores y el PSOE un 25,96% mientras que en la elección al Congreso sus listas obtuvieron un 44,63% y 28,76% de votos respectivamente. IU, que tuvo un 6,92% de votos al Congreso, tan solo sacó un senador por elección directa. UPyD, con un 4,70%, no tiene representación en el Senado. CiU, quinto partido en liza y con un 4,17%, consigue 9 senadores.
El discurso sobre democracia participativa y radical de esa misma dirección denota una duda sobre la confianza en sus seguidores o la existencia de una férrea determinación de controlar toda la organización interna del partido
Es evidente que el sistema de circunscripciones provinciales es el principal causante de las desigualdades electorales en España y no tan solo en el Senado, también en la composición del Congreso (ver mi estudio/propuesta sobre el sistema electoral), pero también podemos concluir que el sistema de listas abiertas mayoritarias genera disfunciones de representatividad.
Y este sistema de listas abiertas mayoritarias sin restricciones de voto (posibilidad de votar al total de puestos elegibles) es el escogido por la dirección de Podemos para configurar la estructura del partido, idéntico sistema al utilizado por UPyD y Ciudadanos. Si lo que se busca es homogeneidad en la dirección nada hay que objetar, pero el discurso sobre democracia participativa y radical de esa misma dirección denota una duda sobre la confianza en sus seguidores o la existencia de una férrea determinación de controlar toda la organización interna del partido. Podemos concluir que existe una contradicción entre dichos postulados y la desaparición de la pluralidad en sus órganos ejecutivos.
Existen sistemas de listas abiertas que corrigen dichas mayorías limitando el voto a las dos terceras o las dos quintas partes del total de puestos a elegir así como la no agrupación en listas, es decir sin indicación de quien te avala. Aun así el sistema no llega nunca a representar fielmente la voluntad de los votantes, facilitando la creación de mayorías.
Es mi intención realizar un estudio comparativo entre este sistema y el de listas proporcionales desbloqueadas a partir de los resultados del proceso de Podemos en el municipio de Barcelona. Ello independiente de los resultados de la candidatura en la que participo “Podemos Por la Dignidad” que pienso ha realizado una campaña honesta y desde unos planteamientos que nos autodefinen: “de izquierda, no nacionalistas y radicalmente democráticos”.