Las encuestas publicadas el pasado fin de semana lo han confirmado. El número de personas que se sienten huérfanas de partido político va en aumento en Cataluña. Analizando los datos queda claro que la mayoría de estos electores provienen de Convergència i Unió. En los últimos meses, la federación nacionalista ha perdido más de la mitad de sus votos y tal y como recoge el diario La Razón, si ahora hubiera un adelanto electoral CiU obtendría los peores resultados de su historia.
Los huérfanos de CiU son electores a los que les gusta la tranquilidad y que huyen tanto de las rupturas bruscas (como las que puede provocar el autollamado "procès") como de la gestión ineficaz y corrupta
Es cierto que la deriva independentista de CiU está provocando que muchos de sus electores decidan migrar a un partido claramente secesionista como es Esquerra. Pero también es cierto que si analizamos las últimas encuestas publicadas, observamos que la mayoría de sus votantes se van a la abstención. Primero abandonaron la federación los más nacionalistas (que se fueron a ERC) y los que se consideraban más bien regionalistas (que han migrado a otros partidos y a la indefinición). Pero es ahora cuando los presuntos casos de corrupción están haciendo auténticos estragos en el mapa político catalán. Según la encuesta del GESOP publicada por El Periódico de Cataluña, actualmente 3 de cada 10 catalanes no tienen ni idea de a quién votar (un 10% más que hace tan solo 3 meses). El partido más castigado es sin duda CiU que solo obtendría en intención directa el 8% de los votos.
Podemos decir que en Cataluña cada vez hay más ciudadanos que se sienten huérfanos de CiU. Se trata de personas que durante años han comprado el mensaje de la federación de ser la formación de la tranquilidad, de la eficacia, del seny y de la gestión. Personas que sociológicamente las situaríamos en el centro político y que ahora están perdidas y sin un partido donde verse reflejadas. Electores a los que les gusta la tranquilidad y que huyen tanto de las rupturas bruscas (como las que puede provocar el autollamado "procès") como de la gestión ineficaz y corrupta.
La formación que sepa "adoptar" a estos electores y abrirse a ellos sin perder su esencia puede convertirse en uno de los partidos mayoritarios en la Cataluña de los próximos años. Estas son las posibilidades que existen en la actualidad.
La recuperación del PSC
Los socialistas han sido, junto a CiU, la formación que ha abrazado a la mayoría de electores de centro en Cataluña. Los Tripartitos, la crisis económica y de la socialdemocracia europea, la falta de renovación y la indefinición han llevado al PSC a obtener los peores resultados de su historia. La llegada de Pedro Sánchez (de un perfil más socioliberal) puede ser un guiño a los "huérfanos de CiU". Pero para atraerlos, los socialistas catalanes tienen que hacer una operación de regeneración total (parecida a la del PSOE). Y parece que de momento, este escenario no se contempla.
Cataluña al Centro
Este es el nombre que, según la Cadena SER, ha escogido Duran i Lleida para su nueva plataforma. La jugada está clara. El político democristiano se desvincula de CiU y crea un nuevo proyecto alejado del independentismo para atraer el voto perdido. El problema es que Duran i Lleida está políticamente quemado y aunque ha querido abandonar el barco antes de tiempo, es imposible que los votantes se olviden de los cargos que ha ocupado durante todos estos años en la federación nacionalista.
El giro al centro del PP catalán
A principios de los 90, el Partido Popular vivió a nivel nacional una refundación que lo llevó al poder en 1996. Fue lo que se llamó el viaje hacia el centro y que le permitió atraer a muchos electores que en su día habían votado a la UCD, al CDS, al PSOE e incluso a los partidos nacionalistas. Una operación de características similares podría hacer ampliar la base electoral popular en Cataluña. La estrategia no tiene que confundirse con el giro al catalanismo (que protagonizó sin éxito Josep Piqué) sino que tiene que ser una apertura a aquellos electores que se sienten atraídos por una gestión eficaz. El propio PP ya tiene un referente en Cataluña. Se trata de Badalona, donde si se cumplen las previsiones, Xavier Garcia Albiol revalidará la alcaldía sumando electores atraídos por su día a día. El problema que tienen los populares en Cataluña es la marca (con connotaciones negativas por parte del electorado). Así que no sería descabellado que el PP acabe consolidando un estilo de coalición con personas independientes. Una propuesta similar a la lanzada por Maria Dolores de Cospedal, aunque sin contar a priori con los otros partidos no independentistas. El PP ya es partido de gobierno en las Islas Baleares y en la Comunidad Valenciana. Y si analizamos el prototipo de votantes de este partido en estas comunidades, observaremos que no dista mucho de los electores que han escogido CiU en las últimas décadas en Cataluña.
La consolidación de Ciudadanos
Aunque parezca contradictorio, muchos de los "huérfanos de CiU" han ido a parar a Ciudadanos. Se trata de personas con ganas de cambio y que ven en el equipo de Albert Rivera una regeneración necesaria para Cataluña. C’s quiere consolidarse como el partido de centro español y sin duda podría ser este un guiño hacia el electorado que CiU ha ido perdiendo en los últimos meses. El problema que tiene el partido de Rivera es que muchos catalanes de entrada ya ni les escuchan. Sufren lo que podríamos definir como un "tapón nacionalista" en las orejas. Un estilo de cera que les impide escuchar y conocer las propuestas reales de la formación en materias como el sistema de financiación autonómica o el modelo educativo. En Cataluña, Ciudadanos tiene que centrarse en trabajar en destruir este tapón y hacer llegar su mensaje a toda la población.
Estas son a priori las formaciones que tienen más puntos para hacerse con los votantes "huérfanos de CiU". Podría salir alguna formación nueva, pero no lo tendría fácil. Otra opción es que alguna plataforma como Sociedad Civil Catalana (que ya se ha caracterizado por su carácter transversal) dé el salto a la política activa. También está la posibilidad de que CiU se recupere con una refundación de CDC. Un extremo francamente difícil ya que por mucho que digan que ya no mandaba, Convergència siempre ha sido Pujol y Pujol siempre ha sido Convergència. Lo demuestra el hecho de que hasta ahora no ha habido un mitin importante, una noche electoral, o una reunión determinante donde el ex president no ocupara un primer plano destacado. Y aunque Trias haya pedido a Pujol que desaparezca, para las mentes de muchos catalanes el ex president, Convergència e incluso el catalanismo son lo mismo.