La portavoz de ERC, Anna Simó, se ha opuesto a una comisión de investigación en el Parlamento autonómico de Cataluña con la justificación de que la propuesta del PP supone "una utilización chapucera de este caso contra el proceso" [independentista].
Si alguien tenía alguna duda, ahí tienen a ERC tapando la corrupción de CiU en nombre de la construcción nacional. Una vergüenza mayor si cabe que el mismo delito, pues no hay mayor delito que refugiarse en la patria para esquivar las leyes.
¿Se imaginan qué hubiera pasado si en lugar de Pujol hubiera sido Aznar el que hubiera confesado que no había tenido ocasión durante 34 años de regular millones de euros en paraísos fiscales..? Supongo que se lo imaginan. Pero ¿a qué no se imaginan que el portavoz del PSOE se opusiera a una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados con la justificación de que la propuesta supondría “una utilización chapucera del caso contra la unidad de España”?
La mera ficción ya nos hace daño al oído. Utilizar la unidad de España para amparar a un corrupto no sólo sería intolerable, sino que el PSOE se convertiría en cómplice del delito y se negaría así mismo como partido de izquierdas.
Cuando los monaguillos del Ara y los curas de TV3, La Vanguardia o El Punt-Avui dejen de darnos la lata con la penitencia y el arrepentimiento, podremos volver a un país laico y a un Estado de Derecho donde nadie es más que nadie, y el delito y al delincuente se les persigue con las mismas leyes que se ampara a los ciudadanos honestos. Sean nacionalistas o no
Bien, las anteojeras nacionalistas en Cataluña hacen posible lo impensable: ERC, del brazo de CiU, se opone a la comisión de investigación que el PP ha pedido. Una vergüenza imposible de digerir. Por si alguno creyese que ERC es algo más que una secta nacionalista, aún no se ha enterado que es el partido de las dos mentiras: ni es de izquierdas, ni combate la corrupción cuando la corrupción es de la familia nacionalista. ¿Estos son los que crearían un país nuevo sin corrupción, transparente y plural? ¡Qué sarcasmo! Pobres militantes que creen sinceramente en la ilusión de un mundo mejor fuera de España… su honestidad no les salvará de esta contradicción indecente.
En realidad, la posición de ERC contra una comisión de investigación en el Parlamento autonómico para clarificar cuantía y procedencia del dinero de los Pujol en paraísos fiscales, es comprensible: tirar de la manta de Pujol es poner patas arriba la trama de intereses inconfesables de la que viven miles de nacionalistas con el cuento de la construcción nacional. Porque Pujol fundó la doctrina y creó la red desde Banca Catalana, la extendió y fortaleció con los presupuestos de la Generalidad y la tejió con medios de comunicación públicos y miles de asociaciones y fundaciones afines para dar cobertura ideológica y tragásemos con la económica. Es el negocio nacional, es decir, su negocio particular.
Para quien aún siga creyendo en la herencia del padre muerto como explicación de los millones amasados, recuerden algunos delincuentes estrechamente relacionados con Jordi Pujol y presentes a lo largo y ancho de sus 23 años al frente de la Generalidad: Lluís Prenafeta, mano derecha de Pujol y pilar fundamental de la Cataluña nacionalista que llegaron a creer suya (“Nosotros somos Cataluña” se dijeron mutuamente en los ochenta). Obligado a dimitir por corrupción, fue finalmente condenado. La corrupción de este padre de la patria no fue solo económica, puso también las bases del control de la información en Cataluña. El conseller de Economía Macià Alavedra, uno de los fijos en todos los gobiernos de Pujol, imputado y condenado por corrupción. El juez Lluís Pascual Estivill, impuesto por Pujol como miembro del CGPJ, imputado, juzgado y condenado por extorsionar a empresarios, junto a Joan Piqué Vidal, abogado personal de Pujol desde el caso Banca Catalana y quien dispuso de testaferros para crear la empresa de su hijo Jordi Pujol Ferrusola, Iniciatives Marketing i Inversions S.A., actualmente investigada por el juez Ruz. Javier de la Rosa, “empresario modelo” para su íntimo amigo Pujol, condenado por estafa; el caso Pallerols, los Planasdemunt, el caso Casinos, el caso Pretoria, Ferrovial… La red es tupida, se extiende a lo largo y ancho de sus 23 años de gobierno y él fue el origen y el nudo gordiano de toda ella. ¿O qué se piensan que es el caso Palau sino la consecuencia de esa trama de intereses tejidos persistentemente a lo largo del tiempo?
¿Por qué tanto silencio, durante tantos años? ¿Acaso no era evidente? Le recordamos a menudo la gran metáfora de su estafa a través de una sentencia suya a la sociedad clientelar, corrupta y sumisa del franquismo reflejada en el libro El llibre roig de Jordi Pujol, hoy nuevamente recordada en estas páginas por Pablo Planas: "El general Franco -sentenció Pujol- va escollir, com un instrument de govern, la corrupció. Va afavorir la corrupció. Sabia que un home, a causa de fets de corrupció econòmica o administrativa, esdevé un presoner. Per això el règim franquista va fomentar la immoralitat de la vida pública i econòmica. Com es fa en certes professions indignes, aquell règim procurava que tothom estigués enfangat, que tothom estiguès compromès". Exactamente lo que usted ha hecho, por eso lo describe tan bien. ¿Pero por qué nadie quiso ver lo evidente cada vez que se lo recordamos? Pilar Rahola arremete ahora contra la mentira del padrino, ¿pero de qué ha vivido ella, sino de taparle las vergüenzas hasta que las vergüenzas amenazan al mundo del cuál viven nacionalistas como ella?
Cuando los monaguillos del Ara y los curas de TV3, La Vanguardia o El Punt/Avui dejen de darnos la lata con la penitencia y el arrepentimiento, podremos volver a un país laico y a un Estado de Derecho donde nadie es más que nadie, y el delito y al delincuente se les persigue con las mismas leyes que se ampara a los ciudadanos honestos. Sean nacionalistas o no. Hoy le ha tocado a Pujol, ayer a Bárcenas, y siempre a quien quiera hacer de lo público su patio particular.
Quizás la señora Anna Simò teme que se descubran más casos de corrupción como el del ex consejero de Gobernación de la Generalidad Jordi Ausàs, por entonces militante de ERC, condenado por contrabando de tabaco. Sea lo que sea, es indecente que, en este momento de inmoralidad política, ERC se oponga a una comisión de investigación. Y sangrante que vote junto a CiU el desmantelamiento de la sanidad pública. Todo cuadra. Como vemos, todo su ser consiste en ser nacionalista.
Vuelvo a repetir, ¿estos son los que crearían un país nuevo sin corrupción, transparente y plural? ¡Qué Dios nos coja confesados, porque a ellos los "cogerá" Podemos!