Pensamiento
Per un país de tots, l’escola en català!
"Per un país de tots, l’escola en català!"
Traducción: "Por un país de todos, la escuela es nuestra".
A ver, revisemos. Si el país ha de ser de todos, la escuela también ¿no?
Es decir, la escuela en las lenguas de todos. ¡Digo yo!
O lo que pasa es que no sé traducir del catalán y cometo el error de ser literal. Vuelvo a intentarlo: "Por un país de todos, la escuela en español" (¡jo que susto les ha dao!). La verdad, no me acaba de convencer esta traducción. Propongo una modificación en castellano y en catalán. A ver qué os parece. "Per un país de tots, l’escola en castellà i en català". Traducción: "Por un país de todos, la escuela en catalán y en castellano". A mí me suena bien. ¿Y a vosotros?
Pero seamos serios, el catalán no tiene culpa de nada, porque para tener culpa ha de ser un sujeto y el catalán es un objeto que usamos para comunicarnos, igual que el castellano. Los idiomas no cometen delitos, ni oprimen, ni son oprimidos
Me pregunto si hay alguien que le interese lo de la escuela solo y exclusivamente en castellano. Yo creo que no. Ese era Franco, con su "España una, grande y libre" y amordazada, añadiría yo y… Bueno, a lo mejor no ha cambiado tanto la cosa y estos de l’escola en català! son els seus nets pero traducidos, que diríamos. El problema entonces es de traducción, parece, "Catalunya una, gran i lliure".
Pero seamos serios, el catalán no tiene culpa de nada. No tiene culpa porque para tener culpa ha de ser un sujeto y el catalán es un objeto, un bien intangible, que diría un economista. Un objeto que usamos para comunicarnos, igual que el castellano. Los idiomas no cometen delitos, ni oprimen, ni son oprimidos, porque son objetos y por tanto faltos de voluntad, de libre albedrío, ¿no? Los ciudadanos sí pueden cometer delitos porque son sujetos, de derechos y obligaciones. Y pueden ser oprimidos y opresores.
Aquí, en España (para que se me entienda), durante cuarenta años tuvimos un hijo de puta (y eso que a lo mejor su madre era una santa) que oprimió y mucho a todos los españoles (incluidos los catalanes) y mandó fusilar a mucha gente y reprimió las libertades y la democracia y se valió de la Iglesia y de la burguesía española (incluida y muy especialmente la catalana) y unos y otros se enriquecieron a costa de mantener a la mayoría en la miseria; y en los últimos años se inventó unos planes quinquenales que beneficiaron claramente a unas zonas del país (aquí hablo de España) en detrimento de otras, pero no porque les tuviera más cariño a esos súbditos (en aquella época todos lo éramos), sino por la fidelidad de sus burguesías. Entonces los que pasaban hambre se tuvieron que largar donde había trabajo (y entonces llegué yo a Barcelona, amontonado encima de los colchones en una dkv). Los españoles, la mayoría, compartíamos y sufríamos algo común: Una dictadura que nos condenaba a la miseria económica y cultural.
¡Ya me he ido! A lo que íbamos. La frasecita de arriba es una "engañifa". Estos de Somescola lo que de verdad quieren es tener el control de la educación para mangonear las mentes de los tiernos infantes y hacer de ellos patriotes catalans y eso recuerda mucho las pretensiones del hideputa del que antes hablábamos, con el castellano en este caso, y eso se vista como se vista no es democracia.
El problemilla que tenemos en esta tierra catalana es que la acción conjunta de todos los aparatos ideológicos del estado (¿Os suena el concepto? De la época del eurocomunismo y eso, ¿no?) en Cataluña han estado, y están, durante treinta años y pico al servicio de la construcción de una nación. (Por lo que insisten y los privilegios que le han sacado y le piensan sacar, eso tiene que ser la repera, así que yo quiero una para mí solo.) Entre otros "aparatos", la educación, que junto a los medios de comunicación (TV3 y sus tropecientos canales más, especialmente el Club Super3, con su infanticidio mental), periódicos: El Periódico, La Vanguardia, Avui (ahora El Punt Avui) y etcétera, y una falsa mítica nacionalista, ha hecho de los ciudadanos de este pu.. puu… puñetero país (esta es la autocensura, ¿se imaginan si digo puto país refiriéndome a Cataluña, como me estaba refiriendo, la que se lía, pero si digo puta España no pasa nada, eh?).
Si en este país hubiera conciencia ciudadana ya le habríamos dado una patada en el culo a Mas, a Junqueras y toda su cohorte. En Cataluña necesitamos un Gamonal, una marea blanca, contra la ineptitud de una Generalidad que se olvida de los ciudadanos
¡Me voy, me voy!. ¡Vuelvo!. Decía que todo ese tiempo de manipulación, de ingeniería social ha devenido en una ciudadanía pusilánime; es decir blandengue, pasota, pasiva, que se deja putear (me he parado antes de escribir el "ar" en la palabra anterior, ¿habrá sido miedo, autocensura o elegancia literaria?), en fin que hoy en día los que no tenemos, al menos, un apellido catalán tenemos dos opciones, no, tres: 1) Nos unimos entusiásticamente al proceso (procesión que va por dentro, aconsejo grandes cantidades de omeprazol, sobre todo si se tiene el estómago delicado) y asumimos un papel subalterno, aunque de vez en cuando y para disimular coloquen algún García o Fernández con cargo para contentar a la plebe. 2) Nos automarginamos socialmente, no estamos ni en las APAs (escribí algo sobre el tema tiempo ha), ni ninguna asociación donde se nos pueda acusar de anticatalán, y vivimos pensando que no somos catalanes, que eso no va con nosotros y por eso no votamos en las elecciones autonómicas, ni lo hicimos en el referéndum sobre el estatut. ¿Pa' qué? Si ni pinchamos ni cortamos. Y 3) nos comprometemos y allí donde vamos decimos lo que pensamos y recibimos hostias (sin consagrar) por todas partes (a veces reales) y te insultan: fascista, franquista, anticatalanista, españolista (porque eso es un insulto, si fuera cierto no lo sería) y eso que estuvimos en las manis antifranquistas y luchamos por la democracia en España (y en Cataluña también, ¡claro! para mí es España) y gritamos Llibertat, amnistia i estatut d’autonomia, así, en català, y lo más divertido es que alguno de los que hoy nos insultan mediáticamente (me refiero a los dirigentes secesionistas y a sus "intelectuales" orgánicos) nunca se movilizaron, porque estaban calentitos en sus casitas burguesas y sus colegios de elite.
Que cada cual se apunte al grupo que quiera. Aclaremos, tener apellido catalán no implica ser nacionalista, no. Hay gente ¡pa’to! con ascendencia y lengua materna catalana, por supuesto, y sería injusto estigmatizar a nadie por la lengua que habla; pero yo estaba hablando de los charneguitos que vinimos de fuera u otros hijos de "inmigrantes" que ya nacieron aquí. (¿Se puede ser inmigrante sin salir de tu país? En España, si.) Eufemísticamente, nouvinguts, "recién llegados" para que se entienda.
Si en este país hubiera conciencia ciudadana ya le habríamos dado una patada en el culo a Mas, a Junqueras y toda su cohorte. En Cataluña necesitamos un Gamonal, una marea blanca, contra la ineptitud de una Generalidad que se olvida de los ciudadanos, que recorta en sanidad (el otro día me comentaba una doctora del Hospital del Valle Hebrón que el caos y el amontonamiento en urgencias es esperpéntico), recorta en educación (despido de interinos, tijeretazo en recursos), recorta en derechos (incumpliendo las sentencias del Supremo sobre conjunción lingüística) y pretende romper la democracia saltándose los principios del Estado de Derecho.
¡Despertad!, arriba parias de la tierra, charneguitos que Cataluña también es vuestra, empezad a decir algo. Aunque sea ¡Hasta aquí hemos llegado!
Vicente Serrano (un charneguito)