Llevo unos días alucinando con la reacción de gran parte de los medios de comunicación de nuestra Comunidad ante el mapa que TV3 emitió el día de Reyes con la Cataluña independizada. Y alucino porque el famoso proceso está literalmente cegando a buena parte de mis colegas. Como ciudadanos que somos podemos tener la ideología que nos dé la gana (solo faltaría), pero como periodistas debemos exigir la máxima rigurosidad a la profesión (y no solo al Abc o a La Razón a la hora de hacer sus portadas). En un futuro no sabemos cómo evolucionaran las fronteras, pero está claro que el día de Reyes de 2014, el mapamundi no era precisamente como se emitió.
Es intolerable que la televisión pública se invente nuestras fronteras o cualquier otro dato
Seamos serios. Es intolerable que la televisión pública se invente nuestras fronteras o cualquier otro dato. TV3 debe dar explicaciones tal y como haría si en un Telenoticies se diera una información falsa o con testimonios erróneos. Y lo debe hacer por su propia credibilidad.
He empezado el artículo asegurando que estoy alucinando con muchos medios de comunicación catalanes. Y lo hago porque, en vez de alzar la voz a favor del rigor periodístico, están omitiendo la noticia o criticando que los medios que ellos consideran la caverna mediática han puesto el grito en el cielo. Han hablado de irritación, de nerviosismo... e incluso se preguntan cómo han sido capaces de ver algo tan pequeño. Pues yo lo vi. Se me fueron los ojos hacia ese punto tan minúsculo, y no me podía creer lo que estaba viendo. No porque ese mapa no pueda llegar a ser algún día, sino porque de momento ni lo es, ni se ha votado para que lo sea, y ni si quiera se ha convocado oficialmente un referéndum para que lo pueda llegar a ser.