El revisionismo histórico inunda TV3

TV3, o 3Cat, ha descubierto que una parte de la Cataluña de hormigón se asienta en zonas inundables. ¡Sorpresa! Una situación que comenzó cuando ni siquiera existían los conceptos de cambio climático ni de dana, pero que sirve ahora para emitir un documental oportunista, cuando se cumple un año de la catástrofe de Valencia.

Anoche, la cadena pública catalana, la misma que blanquea a Pujol y que ha servido de elemento propagandístico feroz y divisorio durante los últimos años, se exclamaba ahora por cómo funciona, por desgracia, el mundo en el que vivimos. Lo de la paja en ojo ajeno.

El Sense Ficció Alerta inundable, que arrastra una buena dosis de polémica, presentó a Cataluña poco menos como la futura Atlántida. Resulta una perogrullada decir que muchas construcciones están en medio de rieras y barrancos, pero esto no es nuevo.

El reportaje, primero, hacía referencia al boom inmobiliario del tardofranquismo y el posfranquismo, desde la década de 1960 hasta principios de 1990. Pero, después, pretendía cargarle el muerto a la Agencia Catalana del Agua (ACA).

Para ello, se servía de unos supuestos extrabajadores de dicho organismo –ni siquiera la voz era la suya– que denuncian presiones recibidas entonces para firmar informes favorables a construir en zonas de elevado riesgo de inundación.

Si las hubo, es muy difícil demostrarlo –aunque, conociendo el mundo, es una posibilidad que así fuera en algún caso concreto–. Entre otras cosas, porque no hay denuncias, más allá de estos testimonios que ahora, desde el total anonimato, salen a la luz.

Ahora bien, ¿qué es lo que se pretende con este reportaje? ¿A quién se quiere atacar? ¿Por qué no se dan nombres, ubicaciones o partidos políticos que urdieron esa posible mala praxis?

¿Por qué TV3 quiere poner el foco en una década (2005-16, aproximadamente) cuando el asunto viene de mucho más lejos? ¿Cuántas construcciones se levantaron en zonas inundables en ese periodo del nuevo siglo, en comparación con el total? Eso no lo dijeron.

Sí, es evidente que se han hecho cosas mal, que se ha construido donde no se debe, y en algunos lugares que han sufrido riadas en el pasado reciente se siguen levantando paredes. Sin embargo, la inmensa mayoría se permitieron con anterioridad. Y hay cosas que han cambiado, como la frecuencia de esas inundaciones.

Por lo tanto, nos encontramos ante un nuevo caso de revisionismo histórico, ese concepto tan delicado. No se puede valorar con los ojos de hoy lo que se hizo hace ni siquiera veinte años. Porque, además, se han corregido algunas prácticas y normativas en este tiempo. Ahora no queda otra que adaptarse a lo hecho y tratar de corregirlo.

De modo que, después de verlo, la sensación que queda es que antes se hicieron cosas mal, pero ahora también, porque si antes los políticos presionaban para construir, hoy se acobardan para deconstruir y huir de zonas inundables. Por un puñado de votos.