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Núria González opina sobre Ada Colau

Núria González opina sobre Ada Colau

Pensamiento

La flotilla que no reflotó a Colau

"Aunque ha sido rescatada 'in extremis' por TV3, de nuevo con dinero suyo y mío, lo cierto es que la carrera de vuelta al estrellato político de la exalcaldesa ha acabado estrellándose contra la realidad"

Publicada

Hace unos días millones de personas experimentamos una sensación de alivio, como de haber acabado con una plaga de cucarachas, cuando la prensa anunció que Ada Colau “descartaba 100%” volverse a presentar para ser elegida alcaldesa de Barcelona, pesadilla que nunca debió pasar y que jamás debería volverse a repetir.

Cierto es que este tipo de personajes pertencientes a la “comupurria” son muy dados a decir una cosa y hacer la contraria, como por ejemplo hacen los “marqueses rojos de Galapagar”, que promueven la miseria de solemnidad para toda la población, mientras ellos viven en chalets a cuatro vientos en zonas privilegiadas y llevan a su prole a la escuela privada para que no se tengan que juntar con la “chusma” proletaria.

Pero poniendo y deseando desde lo más profundo de mi alma que este anuncio caluita sea cierto, automáticamente una piensa en el fracaso absoluto de toda su precampaña mediática que se hizo la exalcaldesa, a modo de realitity de “Vacaciones en Mar”, a bordo de la flotilla pesadilla.

Y pienso también en el poder de manipulación de los grandes medios de comunicación que hacían creer al público indefenso que, realmemte, aquel espectáculo lamentable de querer resituarse políticamente a costa del sufrimiento ajeno de una manera prácticamente pornográfica, era algo que tenía que ver con la solidaridad y no con el negocio de la política puro y duro.

Por suerte, todos los protagonistas de aquel bochornoso espectáculo han caído en el ostracismo propio de nuestro días de liquidez informativa. Ni siquiera Barbie Gaza ha sobrevivido más de un mes a la actualidad pseudoinformativa basura y ya nadie sabe que fue de ella, ni nos importa. A lo mejor la vemos en la próxima edición de Supervivientes, no lo descarto.

Y Ada Colau ha corrido la misma suerte. Aunque ha sido rescatada in extremis por la televisión pública catalana, de nuevo con el dinero suyo y mío, lo cierto es que su carrera de vuelta al estrellato político ha acabado en estrellazo contra la realidad. Nadie quiere volver a los tiempos en que la política “Comuns-istoide” convirtió la gran Barcelona en la cloaca que es hoy, a imagen i semajanza de sus gobernantes. Los anteriores y los actuales, que siguen dependiendo de los amigos de Ada para gobernar.

Ahora, tras la imposible resurección de la lideresa marinera, van promoviendo como candidato a un pobre diablo, que de no ser por que reconoció públicamente en una entrevista que le parecía divertido mantener relaciones sexuales con chicos inconscientes, sería digno de incredulidad en lugar del desprecio que a mí personamente me provoca.

Pero como una parte la sociedad barcelonesa ha sido sustituída por una amalgama de pensamiento real inexistente, quién sabe, igual les hace gracia volver a jugar a la ruleta rusa con el consistorio municipal.