El próximo mes de octubre se cumplirán dos años desde que se inició la investigación por un delito de odio por los hechos sucedidos a raíz de una manifestación en favor del pueblo palestino en nuestra amable, tolerante y cortés ciudad de Barcelona.
Resulta que algunos de los manifestantes, llevados por su entusiasmo, se dedicaron a vandalizar y destrozar un hotel del casco antiguo por el mero hecho de pertenecer a una compañía israelita. El abogado de la acusación particular (el del hotel presuntamente asaltado) y su familia recibieron un anónimo, exigiendo que abandone el caso “o él y su familia morirían como los perros que defiende”.
El magistrado instructor, con una energía digna de encomio, tomó rápidamente cartas en el asunto y comunicó al letrado que no correspondía a su juzgado la investigación sobre una presunta amenaza de muerte al abogado de la acusación y que, como mucho, podía interponer la correspondiente denuncia ante los Mossos. Estos últimos, tan diligentes como siempre, dada la ausencia de autor de la amenaza archivaron la denuncia. En cuanto a la instrucción del delito de odio, avanza a la velocidad de un desfile de tortugas cojas y reumáticas.
Entre los entusiasmados y concienciados manifestantes encausados en esa instrucción figura algún hijo de la burguesía catalana cuya parentela eludió la trena a pesar de la especulación debida a la falsa cesión de los terrenos de la Villa Olímpica. Es decir, nada nuevo bajo el sol catalán (que también es diferente según Puchi y Junqueras): los pijo progres de siempre.
Me comentaba el letrado de la acusación particular, ya bregado en estas lides, que lo que más le fastidiaba no eran las amenazas en sí. Lo deleznable, me decía, es que para cuando llegue el juicio, los acusados convertirán el acto de la vista en un foro reivindicativo. Continuaba el compañero que lo harán tanto en defensa de la libertad de expresión, como a pesar de que el magistrado que los juzgue les pueda conminar --sin demasiado entusiasmo-- a que se ciñan al tema y no a la política.
Tanto los acusados como sus defensas entonarán la cantinela del genocidio israelita sobre el pueblo palestino. Pero claro, nuestros queridos progresistas están en perpetua posesión de la verdad por el mero hecho de ser culturetas informados de la izquierda concienciada. Gracias a dicha circunstancia se pueden autoerigir en árbitros de LA VERDAD y mirar a quien no obedezca su dictado con pena displicente y cierto desprecio por no estar "en el lado correcto de la historia".
Eso sí, he visto tanto a wokes patrios como a algunos políticos de izquierda entrando en la oficina principal de un concreto y céntrico banco andorrano. Dios dijo de izquierdas, pero no tontos. Solo se comete un delito cuando quien escaquea el dinero es de derechas.
Consultando el tema con mis dos rojos de cabecera, Neus y Xose Manuel, ambos han vuelto a hacer gala de su coherencia por encima de su discurso político. Neus califica a esta gente como izquierdosos de moquetilla lila y Xose dice que la progresía en general, y la catalana en particular, ni son de izquierdas ni son nada. Me ahorro otros calificativos más contundentes, pero también más descriptivos y jocosos.
Sin embargo, entre lo que me comentaban el letrado de la acusación y los dos amigos, me dio por acordarme del discurso de marzo de 2025 de Lloyd Ahmed, representante de Yemen ante la ONU (gran ejemplo de institución eficaz) en respuesta a Volker Türk, Alto Comisionado de los Derechos Humanos (y tan austríaco como un tal Adolf), que denunciaba las operaciones militares de Israel calificándolas de “atroces”. Lloyd Ahmed es musulmán, que quede claro. De Türk se ignora la religión, pero sí su perenne defensa de las minorías (¿minorías?) musulmanas.
Las palabras del representante de Yemen fueron: “Le pregunto a la ONU, a la Liga Árabe y a todos los que han estado levantando la bandera palestina desde el 7 de octubre. ¿Dónde está la bandera de Yemen? En mi país, medio millón de personas han muerto en los últimos 10 años. La mayor crisis humanitaria en la historia moderna.
¿Por qué a nadie le importa cuando mueren medio millón de yemeníes? ¿Qué pasa con Sudán? En menos de dos años, más de 150.000 personas han sido asesinadas. ¿Dónde está la bandera de Sudán? ¿Qué pasa con Siria? Medio millón de sirios ha sido asesinados. ¿Dónde está la bandera de Siria?
¿Por qué a nadie le importa cuando algunos musulmanes asesinan a millones de musulmanes? ¿Dónde está el desastre? ¿Dónde están las protestas? ¿Por qué no menciona a los hutíes en Yemen, que han gastado millones de dólares disparando misiles en Israel, en lugar de alimentar a mi gente de hambre? ¿Puedo preguntar por qué su informe menciona a Israel 188 veces? ¿No puede mencionar al régimen islámico en Irán ni una vez?”
Recordemos que el grupo terrorista Hamás ejecutó un ataque contra Israel el 7 de octubre de 2003, dejando un saldo de más de 1.200 muertos y 251 secuestrados. El letal ataque es la causa de la guerra en Gaza; Israel busca la entrega de los más de las 79 personas estimadas que aún siguen secuestradas. Aunque se cree que sólo 45 están vivas, según las autoridades israelíes. Secuestrados durante 22 años. Más muertos de un solo ataque que los asesinados por ETA en toda su historia. Los tutsis masacraron a los hutíes en Ruanda y ahora son éstos los que están cobrando sangrienta venganza con los tutsis.
Como soy de letras; en su día fui rubio y, no siendo progre, puedo ser considerado como tonto del bote. En consecuencia, me hago una serie de preguntas, a ver si algún “informado” me las puede contestar: ¿Por qué los políticos convocantes de la manifestación barcelonesa en favor de Palestina de 2023 (y subsiguientes) y sus partidos y asociaciones paniaguadas nunca han dicho nada al respecto de las matanzas de yemeníes, sirios, sudaneses, kurdos, iraníes, tutsis antes y hutíes ahora y otros musulmanes a manos de sus propios correligionarios?
¿Por qué no se hacen eco de la voz de muchos palestinos que están llamando asesinos y terroristas a Hamás? ¿Por qué nuestros progres no montan manifestaciones en favor de los asesinados tanto musulmanes como israelitas? ¿Quién está clamando por la devolución de los secuestrados? Existen 53 conflictos bélicos en todo el mundo ¿y solo se habla del ucraniano y de los palestinos? ¿Por qué los encausados en este tipo de delitos de odio se les suele permitir --hasta cierto punto, eso sí-- convertir el juicio en un circo de tres pistas, pero siempre se impide tajantemente que nadie pueda recordar los anteriores hechos?
De nuevo, el factor humano deja en falso a la IA.