Los fondos de inversión, Cuatrecasas y LexAudit replican la operación de Celsa. Un inversor agresivo, el bufete de abogados barcelonés y la auditora han tomado Beatriz Hoteles contra la opinión de algunos acreedores. Estos afean que el tridente "se está especializando en asaltar compañías en problemas", mientras que el fondo defiende que "lo ha ganado en los tribunales".
Lo detallan fuentes del sector tras la aprobación del acuerdo de homologación --o reestructuración-- de la deuda de Inparsa. La matriz de la hotelera canaria, con dos activos en Lanzarote --Beatriz Costa&Spa y Beatriz Playa&Spa--, ha pasado a Blantyre Capital.
Este fondo ha logrado convertir 63,6 millones de euros de deuda en una posición mayoritaria: el 70% de las acciones de Beatriz.
El juzgado lo avala
Blantyre ha logrado el aval judicial al movimiento. El juzgado de lo mercantil número 3 de Las Palmas de Gran Canaria aprobó el plan de reestructuración del fondo hace unos días.
Lo hizo, resalta el inversor, "apoyado por la amplia mayoría de los acreedores de la compañía".
El hotel Beatriz Playa, en Lanzarote
Cuarta compañía que se acoge a la nueva ley
También es factual que la reestructuración de Beatriz es la cuarta que se acoge a la nueva ley concursal. Antes, Grupo Rator, la naviera Armas --adquirida por Baleària-- y la acerera catalana Celsa también se reestructuraron con el amparo del nuevo texto.
Con arreglo al mismo, ya no hace falta consenso entre acreedores para convertir la deuda de una empresa en problemas en acciones. Y, con ello, asumir el control de estas firmas.
"Es sistemático"
En el caso de Beatriz, hay críticos: "Intervienen los mismos que en Celsa: un fondo de inversión, Cuatrecasas --ver nota oficial en la web del bufete-- y LexAudit".
En el sector financiero, algunas voces se quejan de que esta colaboración "ya parece una sistemática con las empresas en problemas".
Y si ello fuera así, "es preocupante, porque vemos como la ley avala reestructuraciones forzosas de firmas endeudadas que quieren pagar".
La sede de Cuatrecasas en el 22@ de Barcelona
Batalla judicial: "Usan la ley"
Por lo pronto, una de las partes ha presentado una solicitud de complemento y suspensión de sentencia al mismo juzgado de Las Palmas.
En el mismo, se critica que Blantyre "maximice su inversión instrumentando el proceso de reestructuración".
Más grave si cabe, la sentencia "omite pronunciamientos esenciales", obviando la "realidad" de la empresa. Y, sobre todo, soslaya "un ofrecimiento de pago y financiación existente".
Pago rechazado
En efecto, la documentación aportada para derribar el fallo constata que se ofrece el pago a los acreedores ante notario. La negativa al mismo se produce debido a la "negativa injustificada" de Blantyre a aceptarlo.
En un ofrecimiento notarial para liquidar las obligaciones al que ha accedido este medio, Bank of America, Meru y Globalcaja --a las que Blantyre compró la deuda-- firman en disconformidad a recibir el pago.
Tras ello, las entidades alegaron ante el mismo notario que la liquidación era errónea. Por ello rechazaron firmarla.
Imagen de una habitación del hotel Beatriz Playa, en Lanzarote
"Viabilidad de la empresa"
Por su parte, Blantyre asegura que la reestructuración "logra garantizar la viabilidad de la compañía y la continuidad del empleo en los hoteles".
En una nota, el inversor con sede en Londres (Reino Unido) agrega que el pacto "reduce la deuda a niveles sostenibles y extiende el plazo para su amortización".
"Ojo a más casos"
Versiones aparte, lo cierto es que es la segunda compañía en problemas financieros en la que interviene un fondo de inversión con Cuatrecasas y la auditora LexAudit al alimón.
Pasó en Celsa, donde un juez entregó el control absoluto de la acerera catalana a los fondos internacionales acreedores. Lo hizo, precisamente, acogiéndose a la nueva normativa concursal.
Ahora, el segundo caso en Beatriz Hoteles, ha alertado al sector bancario. Los grupos financieros temen que se vuelva "algo habitual y repetido" para conquistar el accionariado de empresas en apuros con una inversión más reducida de lo que tocaría por el volumen de títulos.
