Iberdrola ha diseñado una hoja de ruta para los próximos años enfocada al crecimiento a un ritmo anual próximo al 10% y con una clara apuesta por los negocios regulados. La compañía que preside Ignacio Galán prevé invertir 58.000 millones de euros hasta 2028, de los que dos terceras partes irán a parar a redes de distribución y transporte en sus mercados estratégicos.
La compañía ha establecido además como objetivo lograr un resultado operativo en torno a los 18.000 millones de euros, cerca de un 20% más que el registrado en 2024 (con la exclusión de los efectos de la venta de activos en México). Mientras, el resultado neto esperado en 2028 estará en el entorno de 7.600 millones.
Son las principales coordenadas de la actualización del plan estratégico hasta 2028 que Iberdrola presenta este miércoles, en el marco del Capital Markets Day que celebra para presentar al mercado sus perspectivas para los próximos ejercicios.
La energética confirma en todos sus extremos el viraje hacia el negocio regulado que ha emprendido en los últimos años. Hasta 37.000 millones de euros de inversión irán a parar a redes; de ellos, dos tercios serán para las de distribución y el resto, para las de transporte.
Oficinas de Iberdrola
Mientras, unos 21.000 millones de euros se destinarán a completar su cartera de activos renovables. La mayoría de los proyectos que se financiarán con este montante (un 75%) ya están en fase de construcción.
En este caso, más de la mitad del esfuerzo tendrá como destino la energía eólica, con 8.000 millones para la eólica marina y otros 5.000 para la terrestre.
Sólo un 15% en España y Portugal
Por áreas geográficas, Iberdrola también reafirma su apuesta por los mercados de EEUU y Reino Unido, que acapararán el 65% del total de la inversión. Esta proporción refleja un salto de 20 puntos porcentuales en relación al periodo 2021-2024.
Por su parte, Brasil será el destino del 12% del total, muy cerca ya de la Península Ibérica, área a la que Iberdrola dedicará el 15%.
En cuanto a la retribución al accionista, la compañía energética mantendrá un ‘pay-out’ (porcentaje del beneficio por acción destinado al dividendo) de entre el 65% y el 75%, con un suelo de 64 céntimos de euros por título.
