Comarca catalana con la calle más cara de Cataluña Bcn Advisors
No está en Barcelona: esta es la calle más cara de Cataluña (y la segunda de toda España) para comprar una vivienda
Con los precios de la vivienda disparados a nivel nacional, Cataluña destaca en el mapa del lujo inmobiliario donde las calles se convierten en símbolos de exclusividad
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En los tiempos que corren, hablar de vivienda en España suele asociarse a las dificultades de acceso, al encarecimiento de los inmuebles en zonas urbanas y a la creciente brecha entre salarios y precios.
Sin embargo, existe un segmento del mercado que vive al margen de estas preocupaciones: el de las propiedades de lujo. Allí, las cifras adquieren otra dimensión, los millones sustituyen a los miles y las operaciones se convierten en reflejo de poder, prestigio y exclusividad.
Cada año, el portal inmobiliario Idealista publica su ranking de las calles más caras para comprar vivienda en el país, un listado que funciona como una radiografía del lujo inmobiliario.
Más allá de la simple curiosidad, estos datos revelan tendencias claras: los enclaves preferidos por los compradores internacionales, la consolidación de ciertas zonas costeras como epicentros del mercado de alto nivel y la evolución de los precios en un sector que parece desafiar cualquier coyuntura económica.
Epicentro catalán del lujo: repite en el podium
Uno de los datos más llamativos de esta última edición es que la calle más cara de Cataluña no está en la ciudad de Barcelona, como muchos podrían pensar. Para encontrarla hay que desplazarse al Maresme, una comarca privilegiada situada entre el río Tordera y Montgat, en la provincia de Barcelona.
Allí se localiza la Avenida Supermaresme, en Sant Andreu de Llavaneres, que por segundo año consecutivo se alza como la vía más exclusiva de la región.
El precio medio de una vivienda en esta avenida alcanza los 9.063.833 euros, una cifra que la convierte en la segunda calle más cara de toda España.
Además, cabe decir que no es la primera vez que figura en lo más alto: en 2024 ocupaba la cuarta posición del ranking nacional con un precio medio de 8.925.938 euros. En solo un año, la media ha aumentado en unos 137.000 euros, consolidando la tendencia ascendente de esta dirección.
El atractivo de esta avenida radica en su ubicación privilegiada, con vistas al mar, parcelas amplias y un entorno residencial de máxima privacidad. Se trata de un lugar donde la vivienda no es solo un hogar, sino una declaración de estatus.
En la élite del lujo nacional, con Málaga y Baleares
Aunque la Avenida Supermaresme sorprenda por su exclusividad, solo una dirección supera sus cifras: la urbanización Coto La Zagaleta, en Benahavís (Málaga), con un precio medio de 12.366.846 euros por vivienda.
Este enclave, considerado uno de los más lujosos de Europa, combina mansiones de diseño con campos de golf privados, servicios de alta seguridad y un estilo de vida reservado a grandes fortunas internacionales.
La provincia de Málaga es, de hecho, la gran protagonista de este ranking: seis de las diez calles más caras del país se concentran en la Costa del Sol. En Marbella destacan las calles Vivaldi (7.681.750 euros, Albinoni (7.615.480 euros), Wagner (7.033.733 euros) y la urbanización Cascada de Camoján (6.870.131 euros). A ellas se suma la Carretera A-397, también en Benahavís, con una media de 8.592.000 euros.
Las Islas Baleares también ocupan un lugar de honor en esta lista. En Andratx, el Camí des Salinar alcanza un precio medio de 8.909.375 euros, mientras que en Palma, la calle Binicaubell registra 8.848.571 euros. Andratx vuelve a aparecer en el top 10 con la calle Congre, con una media de 7.106.071 euros.
Un ranking que refleja contrastes
Este mapa de las calles más caras de España pone en evidencia varios contrastes. Por un lado, muestra la concentración del lujo en la franja mediterránea, especialmente en enclaves turísticos y residenciales de alto standing.
Por otro, evidencia la brecha con otras comunidades autónomas, donde las calles más caras no llegan ni de lejos a estas cifras. En regiones como Navarra, por ejemplo, el precio medio de la vía más exclusiva ronda apenas los 300.000 euros, una cantidad que, en el contexto del ranking nacional, resulta casi anecdótica.
Estos contrastes no solo hablan de diferencias territoriales, sino también de los motores que impulsan el mercado.
En las zonas más exclusivas, el atractivo no se limita al valor de la vivienda: influyen factores como el entorno natural, la cercanía al mar, los servicios privados, la privacidad y la seguridad, elementos que convierten a determinadas calles en auténticos microcosmos de lujo.
Más allá de las cifras
El ranking de Idealista, más allá de suponer una lista de precios, es también un reflejo de cómo España se ha consolidado como destino de referencia para el turismo residencial de lujo. Inversores de Europa, Oriente Medio o Estados Unidos eligen estas zonas no solo por su oferta inmobiliaria, sino por un estilo de vida ligado al mar, al sol y a la exclusividad.
La presencia recurrente de calles de Málaga, Baleares y Cataluña muestra que el mapa del lujo español está fuertemente vinculado a las costas mediterráneas, donde se concentran los mayores proyectos de inversión y donde el sector inmobiliario parece desafiar la inestabilidad económica.
En un país donde gran parte de la población se enfrenta a la dificultad de acceder a una vivienda digna, estas cifras millonarias pueden parecer lejanas o incluso incomprensibles. Pero, al mismo tiempo, constituyen un indicador clave del atractivo internacional de España como destino inmobiliario y del poder que ciertas localizaciones ejercen en el imaginario del lujo global.