Toni Pérez, agente inmobiliario

Toni Pérez, agente inmobiliario Òscar Gil Coy Barcelona

Business

Toni Pérez, el hombre que vende castillos, islas, mansiones y pueblos enteros

Este poliédrico agente inmobiliario es uno de los grandes gestores de activos de lujo de España, tras una vida polifacética en la que ha pasado por todos los sectores

Contenidos relacionados: Jayro Rodríguez, el hombre que vende los pisos más lujosos de Barcelona

Publicada
Actualizada

Es Toni Pérez, el hombre más ecléctico del inmobiliario español. En el porfolio de su gestora figuran castillos, islas, pueblos de la España vacía, mansiones e incluso el parque de Almería donde se ruedan westerns. Todo activo raro encuentra salida en su empresa.

Su historia no es la de un gestor inmobiliario corriente. Toni Pérez se ha curtido en mil batallas. Comenzó su carrera como funcionario en la Renfe, hasta que pasó a ser gestor, asesor, contable y finalmente director de una oficina bancaria durante 13 años.

Mil carambolas hasta llegar al inmobiliario

Acabó en el inmobiliario por una carambola. Sustituyó durante una semana al director de una oficina y ya se quedó. Sabía convencer y seducir. Un día, llegó al despacho y el gerente de la empresa se había fugado a Argentina con su secretaria. Desapareció del mapa y dejó a Toni entre la espada y la pared. Se pasó a otra compañía y entonces llegó la crisis del 2008.

Harto de los contratiempos, Toni Pérez montó su propia inmobiliaria junto a dos socios: Emete Serveis Immobiliaris. También duró poco, era el peor momento del siglo para el ladrillo. Decidió, entonces, lanzarse en solitario con las gestoras Unika Realty, primero, y Patricia Emerald, más tarde. Radicado en Figueres, empezó a extender sus tentáculos por Girona, la Costa Brava y Barcelona

Toni Pérez, agente inmobiliario, en conversación con 'Crónica Global'

Toni Pérez, agente inmobiliario, en conversación con 'Crónica Global' Òscar Gil Coy Barcelona

Una de sus primeras grandes ventas fue la casa que tenía Lance Armstrong en pleno call jueu de Girona, un pisazo de 400 metros cuadrados con una capilla y un claustro románico. La vendió por dos millones de euros a otro ciclista, y apareció en toda la prensa de la provincia.

A partir de entonces, quiso especializarse en las viviendas de lujo. El único problema era que no tenía contactos ni sabía dónde encontrarlos. Se le ocurrió llamar a todas las productoras de vídeo, de televisión, y empresas de eventos de Cataluña, para que cuando encontraran un activo de este tipo, les avisaran. A cambio, les prometió un porcentaje de las eventuales ventas. Al cabo de dos semanas ya les había llegado una casa en Sitges tasada en 21 millones.

Castillos, palacios, pueblos, casas rurales o islas

Tras aquella primera venta se especializó en las viviendas de lujo. Pero los ricos tienen posesiones extrañas. Le llegó una oferta de un monasterio en Sevilla y se puso a venderla. Lo hizo bien, su nombre corrió en el sector y se hizo popular entre la burguesía.

Poco después llegó uno de los áticos más altos de España, en Benidorm, y una retahíla de activos singulares, como pequeños castillos y palacios, pueblos enteros, casas rurales o campings. E incluso islas cerca de Mallorca o lejos del Atlántico o el Pacífico.

El castillo de Juana la Loca

En cartera tiene ahora el castillo más caro de España, ubicado en Segovia, donde estuvo encerrada Juana la Loca; y la Vila Rodona, una propiedad que otea al Castillo de Gala, la mujer de Dalí, en Púbol, entre otros.

Ahora, Patricia Emerald tiene 80 delegados que venden propiedades por toda España, Miami, Panamá, Colombia, Argentina, República Dominicana, Paraguay o Brasil. El siguiente paso de la empresa es abrir sede en Francia y Portugal.