El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i), y el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d), se saludan en el Ministerio de Economía

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i), y el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d), se saludan en el Ministerio de Economía Ricardo Rubio / Europa Press

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El Sabadell trata de apuntillar la OPA del BBVA con las jugosas plusvalías de la venta de su filial británica

El consejo del banco catalán analiza las ofertas recibidas, que le permitirían realizar la operación cerca de un 30% por encima del valor en libros de TSB

Más información: BBVA desafía al Gobierno central y al catalán y prosigue con el abordaje al Sabadell

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Los acontecimientos se precipitan en torno a la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell y la estrategia defensiva del banco catalán. Este martes, su consejo de administración analizará las ofertas recibidas por el TSB, la filial británica que puso a la venta por sorpresa en el marco de este proceso. Una operación que, además de la consabida creación de valor, busca dinamitar el abordaje del BBVA con una maniobra inesperada al tiempo que exitosa.

Es lo que parece indicar la información que ha trascendido de las propuestas recibidas hasta la mesa del órgano de gobierno que preside Josep Oliu. Este lunes trascendió que la oferta presentada por Santander incluye un precio de algo más de 2.300 millones de libras, próximo a los 2.700 millones de euros al cambio.

Aunque se desconoce la cuantía ofrecida por Barclays, al que los rumores apuntan como el otro gran interesado por el TSB, la oferta del grupo español ya supone prácticamente asegurar que la operación se saldará con un resultado notable. Y que, además, pondrá las cosas mucho más difíciles al BBVA, que también este lunes optó por comunicar al mercado que seguirá adelante con el proceso, aunque para la llegada de las ansiadas sinergias habrá que esperar más de lo previsto.

Sea como fuere, la oferta de Santander se sitúa cerca de un 30% por encima del valor contable de TSB en los balances del Banco Sabadell a 31 de diciembre de 2024. Al cierre del último ejercicio, el valor en libros de este activo se situó levemente por encima de los 2.100 millones de euros.

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, durante la última junta de accionistas / CG

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, durante la última junta de accionistas / CG

Pese a que la valoración correspondiente a 2024 es algo más de un 16% superior a la consignada en 2023, ni siquiera se aproxima a las cifras que han trascendido sobre el posible montante de la operación. 

Además del factor sorpresa y del hecho de que Oliu ha vuelto a adelantarse y a marcar los tiempos de la OPA, si la operación culmina finalmente con estos resultados, obligará al BBVA a elevar su apuesta por el competidor al que pretende absorber. 

Cabe tener en cuenta que las más que notables plusvalías generadas por la venta del TSB potenciarán la generación de capital del banco, que no dudará en emplear el exceso en elevar la, ya de por sí ambiciosa, remuneración a los accionistas, a fin de convencerles para que rechacen la OPA del BBVA. 

Una dosis extra de presión hacia Carlos Torres para que dé el paso que el mercado espera desde largo tiempo: que mejore económicamente la oferta para hacerse con el control del Banco Sabadell.

El presidente del BBVA, Carlos Torres, durante la junta extraordinaria de accionistas / EP

El presidente del BBVA, Carlos Torres, durante la junta extraordinaria de accionistas / EP

El mensaje que el mercado sigue transmitiendo es que la actual oferta es insuficiente. Pese a que desde que el Gobierno impusiera las severas condiciones a la operación la prima negativa se ha reducido, lo cierto es que aún permanece en torno al 5%.

A estas circunstancias cabe añadir lo que el propio BBVA ha admitido al anunciar que seguirá adelante con la OPA: las esperadas sinergias llegarán más tarde de lo previsto por la obligación de mantener ambas entidades por separado durante un plazo de tres años.

Desafío a Moncloa

Torres ha decidido aceptar el desafío del Gobierno y adaptarse al nuevo escenario para la toma de control del Sabadell, menos atractivo a medio plazo y con menos margen para la creación de valor. 

Sin embargo, la operación de venta de TSB obligará al BBVA a volver a rehacer los números de la oferta, en el caso de que se confirmen las cifras que se barajan. Y sin solución de continuidad, el plan estratégico que el Sabadell dará a conocer el 24 de julio podría obligar a un nuevo alarde de equilibrismo financiero.

No deja de resultar paradójico que la compra que más problemas y quebraderos de cabeza ha dado a la entidad catalana en las últimas décadas se revele ahora como un elemento más que útil para asegurar la independencia a futuro del Sabadell.

Durante mucho tiempo, el nombre de TSB fue poco menos que un anatema para el banco. Los problemas derivados de la adaptación de las plataformas digitales generaron un considerable daño reputacional al Sabadell, además de costes adicionales a consecuencia de las sanciones impuestas por las autoridades británicas.

De condena a salvador

Tampoco resultaron sencillos los ajustes de planilla y de la red de oficinas. Situaciones que hicieron que el propio Oliu admitiera en público que pocos asuntos habían causado tantos problemas como el de la entidad hipotecaria.

Precisamente cuando se cumple una década desde su adquisición su nombre puede pasar a la historia como un factor determinante para la defensa de la independencia del Sabadell. O decisivo para que, al fin, el BBVA mejore su oferta.