Publicada

Javier López es un empresario que logró construir un vasto imperio financiero y ser socio único de su negocio a una edad sorprendentemente temprana. De hecho, la escala de su negocio fue aún más dramática y se alcanzó mucho antes. En su cúspide, su compañía, Credit Services, llegó a estar valorada en 1000 millones de euros, y él mismo confiesa que, antes de la crisis, estaba ganando más de un billón de dólares al año.

La expansión de este negocio fue de magnitud internacional. Credit Services alcanzó un total de “1000 oficinas”, superando en número de sucursales a grandes entidades financieras españolas combinadas.

Esta extensa red operativa se extendió por “21 países”. López logró abrir oficinas en diversas regiones, incluyendo Portugal, Francia, Italia, Sudamérica, México, Colombia, Miami, Marruecos y Londres, bajo la premisa de que los bancos tenían dinero para "dar, vender y regalar" y necesitaban vías para distribuirlo.

Este éxito masivo ocurrió cuando era aún muy joven, lo que enfatiza el extraordinario crecimiento de la empresa. Ya a los 22 años, el empresario catalán contaba con 100 oficinas operando, y tan solo cuatro años después, a los 26 años, el negocio había escalado hasta las 1.000 oficinas.

El momento "superálgido" de la compañía se situó cuando López tenía alrededor de 27 o 28 años, logrando cifras de facturación asombrosas. El negocio de financiación llegó a facturar “13.000 millones de euros en financiación y manejaba aproximadamente 1.000 hipotecas diariamente”.

El modelo de negocio de Credit Services se basaba en la intermediación para la financiación de empresas y particulares que habían sido rechazados por la banca tradicional.

López recuerda que en aquella época existía tanto dinero en el sistema financiero (impulsado por la Reserva Federal para mover la economía) que su función era expandir su red a nuevos países para colocar esos miles de millones de dólares en el mercado.

Sin embargo, este imperio se desmoronó por completo debido a la inestabilidad del sistema financiero global. El cierre de la banca americana, especialmente Lehman Brothers, dejó a Credit Services "colgadísimos", llevando a la compañía a la quiebra.

El empresario, que había vivido este éxito desmedido, se encontró personalmente endeudado con 900 millones de dólares. Esta experiencia, aunque dolorosa, le enseñó que "se crece con los daños, no con los años" y que la quiebra brinda una experiencia invaluable que la edad no puede suplir.