Obrador de turrón

Obrador de turrón LUIS MIGUEL AÑÓN

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Cierre definitivo de una de las tiendas de turrones más míticas de Barcelona: casi 40 años abierta

El negocio familiar, con 175 años de historia, tenía en su haber de tres establecimientos en una calle importante de la ciudad, pero ahora perderá uno.

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Barcelona pierde uno de sus comercios más emblemáticos justo antes de la campaña navideña. Una tienda situada en una de las calles más transitadas del centro baja definitivamente la persiana después de décadas de actividad. El cierre sorprende a muchos vecinos y visitantes, que durante años la han identificado como uno de los puntos clásicos donde detenerse, especialmente cuando se acerca el invierno.

La noticia llega en un momento de cambios para el comercio local. El centro de la ciudad vive una renovación constante de locales y franquicias, lo que está afectando a negocios históricos con fuerte arraigo vecinal. En este caso, el establecimiento clausurado formaba parte de una saga muy conocida, reconocida tanto por su tradición como por su presencia constante en fechas señaladas.

Negocio centenario

Se trata de Planelles Donat, la histórica firma barcelonesa especializada en turrones, dulces artesanales, horchata natural y helados. La empresa, fundada a mediados del siglo XX por la unión de dos familias, ha anunciado el cierre definitivo de su tienda ubicada en el número 7 de Portal de l’Àngel. Era uno de sus locales más antiguos y queridos, abierto desde 1987.

El local de Planelles Donat, en el Portal de l'Àngel número 7

El local de Planelles Donat, en el Portal de l'Àngel número 7 METROPOLI

El comercio no reabrirá ni en verano ni durante la campaña navideña. El motivo es simple: el contrato de arrendamiento ha llegado a su fin y la familia ha optado por no renovarlo. Con este cierre, la marca pierde una de sus posiciones más visibles en la arteria comercial, aunque mantiene operativos los establecimientos situados en los números 25 y 27 de la misma calle, además del local de la calle Cucurulla.

Cuatro generaciones

Planelles Donat es una de las enseñas más longevas del centro de Barcelona. La empresa, que suma más de 175 años de tradición familiar a través de cinco y seis generaciones, se ha convertido en un referente para barceloneses y turistas. Su historia recorre distintas ubicaciones, desde la primigenia tienda en la calle Trafalgar hasta su consolidación en Portal de l'Àngel, donde empezaron a vender horchata en 1927.

Unas cajas de Planelles Donat

Unas cajas de Planelles Donat Planelles Donat

Con el tiempo, la marca expandió su oferta hasta convertirse en un imprescindible de la ciudad. Su especialización en turrones artesanales es uno de los pilares de la casa, especialmente reconocidos en estas fechas. La firma ha mantenido siempre la misma filosofía: calidad, tradición y un método de elaboración que ha pasado de padres a hijos.

Producto estrella

Entre sus turrones más demandados destacan los clásicos: Jijona, Alicante, a la piedra, yema y mazapán. También elaboran variedades de chocolate y tres opciones sin azúcar —blando, duro y chocolate con almendras— que en los últimos años han ganado seguidores. Sus precios parten de los 6,75 euros, un importe que muchos consumidores consideran ajustado si se tiene en cuenta el carácter artesanal del producto.

Turrón de pistacho de Planelles Donat

Turrón de pistacho de Planelles Donat Planelles Donat

Pero su oferta no se limita a la campaña navideña. La firma es igualmente conocida por su horchata natural, un producto que elaboran desde hace casi un siglo. Su textura densa, sin exceso de azúcar y con chufa valenciana de primera calidad, convierte esta bebida en uno de los reclamos más potentes en verano. Junto a ella, los helados artesanales completan la propuesta dulce para la temporada estival.

Tradición que resiste

La familia responsable del negocio asegura que seguirá apostando por el savoir-faire que les ha caracterizado. No buscan reinventarse, sino mantener intacta una fórmula que les ha permitido sobrevivir generación tras generación: productos artesanales, materias primas seleccionadas y atención personal.

Con la persiana bajada del antiguo establecimiento, Portal de l’Àngel pierde uno de sus puntos dulces más icónicos. Sin embargo, Planelles Donat continúa siendo parte esencial del comercio histórico de Barcelona. Su marcha de un local no supone un adiós definitivo, sino la adaptación obligada de un negocio que todavía forma parte de la vida de la ciudad.