Otro establecimiento histórico de Barcelona, sentenciado. La Casa de les Sabatilles, fundada después de la Guerra Civil en el casco antiguo de la ciudad, tendrá que cerrar después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) rechazara su recurso contra su desahucio.
Han informado de ello fuentes jurídicas, citando una resolución reciente de la segunda instancia judicial. Según estas voces, el TSJC ha desestimado el recurso de la defensa de la familia Iglesias contra la orden de desahucio por finalización de contrato. Ello significa que el propietario del local, que quiere cerrarlo, recuperará los bajos. La alpargatería, una de las más antiguas de Barcelona y que está protegida en el catálogo de Patrimonio, echará la persiana abajo.
Comerciante: "Se nos agotan las vías"
A preguntas de este medio, el comerciante que regenta La Casa de les Sabatilles, Joan Carles Iglesias, ha confirmado el mazazo judicial. "Es cierto, la sentencia es la que es. Con esta decisión se nos acaban las vías", ha lamentado.
El tendero ha reconocido que la única opción era elevar el caso a jurisdicciones superiores en Madrid, algo que su letrado no ve claro. "Una lucha de casi 40 años está llegando a su fin", ha indicado la misma fuente.
Subrogación no reconocida
En efecto, La Casa de les Sabatilles abrió tras la Guerra Civil en España, y en 1984 compró el local el padre del actual comerciante. El pequeño empresario tenía derecho a dos subrogaciones de contrato, pero otra ley de 1985 lo frustró, eliminando esta posibilidad.
Así, el local sigue arrendado por una subrogación de la madre viuda de Iglesias. Su hijo, el actual tendero, trató de hacer lo propio, pero el propietario lo recurrió. Ahora, el TSJC le acaba de dar la razón, lo que elimina es la segunda subrogación. Con ello, la alpargatería queda a punto de desahucio.
"El propietario se niega a negociar"
El botiguer ha destacado que, llegados a este punto, el comercio está sentenciado. "El dueño ha rechazado negociar. Cuando pidió una renta de 3.000 euros al mes le ofrecimos una de 2.500 euros, pero la volvió a elevar a 4.000", constata.
¿Y el Ayuntamiento de Barcelona, qué ha hecho? "En la época del alcalde Xavier Trias (CiU) se ofreció a unos abogados para mediar, pero el propietario lo rechazó. Después, Patrimonio hizo una oferta por medio millón de euros por la tienda, pero lo volvió a descartar", ha apostillado.