La torre romana del Pretorio de Tarragona, que data aproximadamente del año 73 antes de Cristo, ha registrado un desprendimiento. Se trata de piedras con las que fue levantada, según ha informado el ayuntamiento de la ciudad.
El incidente lo han comunicado vecinos de la calle Sant Hermenegild, donde se encuentra ubicado el monumento. Tras la alerta, técnicos del ayuntamiento y de la Guardia Urbana se han desplazado a la zona para retirar los restos de la caída de piedras y evitar más daños.
Fuera de peligro
Los técnicos se centran ahora en evitar que se produzcan nuevos desprendimientos en el edificio. No obstante, el consejero de Patrimonio Histórico en el Ayuntamiento de Tarragona, Hermán Pinedo, sostiene que “parece que no hay más piedras con posibilidad de caer”.
Así lo ha expresado en su perfil de Twitter, donde ha informado de que la caída se ha debido a “la acción de unas palomas sobre la roca” y que, afortunadamente, “no ha herido a nadie”.
Monumento romano
Conocida también como Palacio de Augusto o Castillo de Pilatos, la torre alojaba las escaleras que permitían el paso desde la ciudad baja hasta el Foro Provincial en la época romana.
Entre 1129 y 1171, los normandos lo utilizaron como fortaleza y, posteriormente, se convirtió en el palacio de los reyes de la corona catalanoaragonesa. A partir del siglo XVI, la torre se convirtió en un cuartel militar y sufrió graves daños durante la ocupación napoleónica de la ciudad. Años más tarde, se convirtió en la Prisión de Pilates hasta 1953.