Hace más de 300 millones de años la parte terrestre del mundo se agrupaba en una especie de supercontinente gigante llamado Pangea. Posteriormente, a causa del movimiento producido por las placas tectónicas, la gran masa de tierra se fue poco a poco separando hasta dar lugar a la organización que actualmente conocemos. El nombre de Pangea fue acuñado por primera vez por el científico alemán Alfred Wegener, que desarrolló todo un planteamiento acerca de este fenómeno en su teoría de la Deriva Continental, allá por el año 1912.
El mundo después de la Pangea ha evolucionado a un ritmo incesante desde que este supercontinente empezó a fracturarse. Sin embargo, la curiosidad por saber qué habría pasado si toda esta materia siguiera aún unida, ha motivado a científicos de todo el mundo a desarrollar teorías y, más acorde con nuestros tiempos, también a desarrollar prototipos y herramientas online que pueden permitirnos reconstruir la evolución de nuestro planeta y otras muchas más curiosidades.
Ancient Earth Tool
Entre todas estas innovaciones, el científico Ian Webster ha centrado sus esfuerzos en crear una herramienta para que sea posible ver el planeta Tierra en sus inicios. Este proyecto, fundado con la información recopilada de GPlates, alberga datos de movimiento de las placas tectónicas a través de un software de visualización con LocationIQ. El resultado ha quedado traducido en la creación de una página web, llamada Ancient Earth Tool, en la que los usuarios podrán observar todo el globo terráqueo unido como en la Pangea.
Vista del Pangea en la página Ancient Earth Tool / ANCIENT EARTH TOOL
Entre algunas de sus múltiples posibilidades, esta página permite localizar cualquier dirección postal de todas las partes del mundo para que sea posible localizar cuál sería tu dirección hace más de 300 millones de años. No obstante, sus parámetros de tiempo no se limitan solo a la Pangea, sino que van mucho más allá, permitiendo observar nuestra dirección en periodos de hace más de 700 millones de años y dando la opción de poder presenciar eventos históricos de gran repercusión como la presencia en la Tierra de los dinosaurios o el origen de los primeros homínidos.