Ramón de España vuelve a la carga. El periodista, escritor y columnista, colaborador habitual de Crónica Global, acaba de lanzar su último libro, Idiocracia. Cómo cargarse una democracia en solo treinta años (Ediciones B).
A lo largo de algo más de 200 páginas, el polifacético autor --también es guionista de cómics y director de cine-- muestra su preocupación por la progresiva "cretinización" que la sociedad española padece desde la Transición democrática. Una deriva que, a su juicio, se ha acentuado en los últimos años y ha supuesto una oportunidad histórica perdida, otra más entre tantas.
"No supimos qué hacer con la democracia"
Sin abandonar su inconfundible tono irónico --que permite al lector aproximarse con una sonrisa a las graves cuestiones denunciadas por el escritor--, Ramón de España repasa los "errores" cometidos en los últimos treinta años que han causado "una degeneración de la democracia en prácticamente todos los campos: política, moral, ética, cultura, economía, medios de comunicación".
"¡Con lo bonito que parecía el futuro cuando se murió el general Franco! Pero lo único que ocurrió fue que se nos vino la democracia encima y no supimos qué hacer con ella. O lo intuimos (algunos), pero no perseveramos lo suficiente en la dirección adecuada", lamenta en otra ocasión.
Los "iluminados"
El autor no deja títere con cabeza, y en este breve recorrido crítico por la historia contemporánea de España arremete contra la izquierda, la derecha, los nacionalistas, los nuevos partidos, los poderes fácticos, ETA, la Iglesia católica, las feministas, los ecologistas y animalistas radicales, el fútbol, las redes sociales, la telebasura y, en general, contra todos los "iluminados" a los que considera responsables de la "idiocracia" que domina el país --y a los que no duda en señalar con nombres y apellidos--.
Aunque Ramón de España advierte a los lectores de que encontrarán "poco optimismo" en su obra --y que su “estado actual es de una desesperanza absoluta”--, lo cierto es que también hay algunas gotas de ilusión.
"El libro que tiene usted en las manos, querido lector, solo pretende poner su granito de arena en la inmensa cantidad de sacos terreros que hay que colocar para que no llegue el momento en que todos seamos más tontos que ayer, pero menos que mañana", se propone el autor, y a fe que lo consigue.