El Gobierno estima que la primera vacuna española contra el Covid-19, cuyos ensayos clínicos fueron aprobados este miércoles por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), pueda empezar a producirse en octubre para tenerla lista a final de año y poder comercializarla a principios de 2022.
Así lo ha manifestado la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, que ha resaltado que se trata de “un paso decisivo muy importante” para la ciencia española. Y es que, tras recibir 20 proyectos de investigación en vacunas contra el virus en España, la farmacéutica catalana Hipra es la única que ha logrado adelantarse y dar el salto al ensayo clínico en humanos.
Novedades y “mejoras”
La ministra ha destacado en declaraciones al canal 24 Horas de TVE que la fórmula de Hipra presenta varias novedades y “mejoras” respecto a otras ya existentes, aunque insiste en que será la ciencia la que determine si se puede combinar con alguna de ellas. Una de ellas la facilidad de distribución del fármaco, pues no necesita congelación porque se puede conservar a una temperatura de entre dos y ocho grados.
Además, en comparación con las que ya se están administrando, Morant ha asegurado que esta “ha sido diseñada teniendo en cuenta diferentes variantes del coronavirus”. En concreto, se está desarrollando a partir de las alfa y beta y presenta “muy buena respuesta inmunitaria” tras los ensayos preclínicos. Todo ello la convierte en una vacuna “muy distinta y mejorada en algunos aspectos de las que ya existen”, añade.
Razones de su retraso
Sobre el “retraso” de una vacuna española, la titular de Ciencia e Innovación ha rechazado que la falta de financiación haya sido uno de los causantes.
"No ha sido el motivo apuntado por los científicos ni del CSIC de ni de las industrias privadas. Han tenido el apoyo y el asesoramiento de la Unión Europea. Todo lo que se nos ha pedido se ha aportado por parte del Gobierno", ha remarcado Morant.