Un estudio con ciudadanos italianos mayores de 105 años ha revelado la clave genética de la longevidad. Según los resultados, las personas centenarias presentan variantes genéticas que les permiten prevenir o reparar las malformaciones y daños en el ADN, algo que todos experimentamos durante la vida.
Así lo ha concluido un equipo de investigadores liderado por Claudio Franceschi, profesor de Inmunología en la Universidad de Bolonia. Se ha analizado el genoma de cinco supercentenarios –mayores de 110 años– y 76 semisupercentenarios –mayores de 105– y se ha comparado con el de 36 personas sanas con una media de edad de 68 años. Los resultados se han publicado en la revista científica eLife.
Estudios anteriores
Anteriormente, se habían hecho diversos estudios que mostraban la relación entre la longevidad y la genética. En 2016, un grupo de investigadores de Massachussets, dirigido por Paola Sebastiani, probó que los hermanos de personas mayores de 105 años tenían un 35% más de probabilidades que el resto de población de alcanzar también dicha edad.
No obstante, el reciente estudio del equipo de Franceschi ha sido el primero en el que se ha secuenciado el genoma completo de un conjunto de población semicentenaria amplio para compararlo con otro grupo de gente más joven. Aun así, todos los participantes son de origen italiano, por lo que sería conveniente realizar análisis también con población de otros países.