Un grupo de científicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) ha conseguido crear el tablero de Tres en raya más pequeño del mundo utilizando para ello una tecnología conocida como origami de ADN, con la que es posible dar forma a estructuras a base de hebras de ADN. Según explica Lulu Qian, profesor asistente de bioingeniería en Caltech y líder del grupo de investigación, “usando este mecanismo creamos el tablero de juego más pequeño del mundo para jugar a Tres en raya, donde cada movimiento implica una autoconfiguración molecular para intercambiar y extraer cientos de cadenas de ADN a la vez”.
Cada hebra de ADN esta formada por un esqueleto y cuatro tipos de moléculas, conocidas como bases: adenina, timina citosina y guanina (A, T, C, G). Estas bases están diseñadas para combinarse y organizarse en cualquier orden creando nuevas estructuras, más concretamente nanoestructuras, que pueden utilizarse para desarrollar nanomáquinas más sofisticadas con partes reconfigurables.
¿Cómo funciona el tablero?
Para jugar a Tres en raya, el equipo de Qian mezcló una solución de tableros en blanco en un tubo de ensayo. En concreto se crearon nueve cuadrículas en blanco, a las que se fueron añadieron fichas con formas X y formas O, que se iban adosando sobre la superficie en blanco, cambiando de esta forma la estructura de la baldosa inicial y dando pie a múltiples posibilidades de alineación. Así pues, gracias a esta tecnología de desplazamiento el resultado es que una ficha designada en la estructura se expone a ser expulsada por otra que ocupe su posición.
Sobre ello ha hablado Qian Philip Petersen, uno de los autores principales del estudio: “En este trabajo, inventamos el mecanismo del desplazamiento de baldosas, que sigue el principio abstracto del desplazamiento de las hebras. Este es el primer mecanismo que se usará para programar comportamientos dinámicos en sistemas de múltiples estructuras de origami de ADN que interactúan”.