Un equipo de físicos de la Universidad Tecnológica Chalmers, en Suecia, ha conseguido por primera vez que la superficie de un objeto de oro se derrita a temperatura ambiente incrementando la tensión sobre los átomos de este metal con un campo eléctrico. Así pues, la temperatura no es el único factor que interviene en la fusión del oro y del resto de metales, sino que es igualmente necesario que se den otros, como por ejemplo la presión o, tal y como ha demostrado este equipo científico, los campos eléctricos.
Todos los metales se funden cuando los enlaces entre las moléculas que forman el objeto se rompen, haciendo que estas moléculas cambien su formación ordenada por una desordenada. Así pues, el descubrimiento de cómo los átomos de oro pueden perder su estructura mediante estos campos no sólo es espectacular, sino que también resulta innovador para la ciencia. “Me sorprendió mucho el descubrimiento. Este es un fenómeno extraordinario y nos brinda un conocimiento nuevo y fundamental sobre el oro”, comenta al respecto Ludvig de Knoop, del Departamento de Física de la Universidad Tecnológica y uno de los principales autores del hallazgo.
Posibles aplicaciones
El hallazgo de este departamento científico ha hecho profundizar más acerca de por qué se produce este proceso y cuáles son sus posibles ventajas. La principal hipótesis que se manejan sobre el fenómeno es que es el resultado de un proceso físico denominado transición de fase superficial, aunque los investigadores siguen buscando respuestas más concretas.
No obstante, la profesora Eva Olsson, del Departamento de Física de Chalmers, asegura que llegar a tener un control más perfeccionado sobre la fusión del oro a temperatura ambiente podría abrir todo un abanico de posibilidades, principalmente en la industria de la electrónica mediante la fabricación de sensores, catalizadores o transistores, y también podría haber oportunidades para nuevos conceptos de componentes sin contacto.