Un ensayo clínico llevado a cabo por la Cleveland Clinic de Estados Unidos ha evidenciado la existencia de un nuevo fármaco, bautizado como Ibudilast, que podría disminuir la progresión de la atrofia muscular en pacientes diagnosticados de esclerosis múltiple EM, en prácticamente un 50% (48%) de los casos. Así lo ha explicado a la prensa Robert Fox, investigador principal y vicepresidente de investigación en el Instituto Neurológico de la Cleveland Clinic: “Estos hallazgos son significativos para los pacientes con esclerosis múltiple progresiva. Nuestra esperanza es que el beneficio de ibudilast en la disminución de la contracción del cerebro también se traduzca en una disminución de la progresión de las discapacidades físicas asociadas en un futuro ensayo de fase 3”.
La noticia resulta todo un descubrimiento sin precedentes que podría mejorar significativamente la esperanza de vida del gran número de personas que sufren EM actualmente. Este nuevo fármaco, de tipo oral y con actividad en varias vías biológicas, fue aprobado en Japón en el año 1989 para su uso en pacientes con asma y en accidentes cerebrovasculares, aunque también se está estudiando en otros países como Estados Unidos para tratamientos potenciales en enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la adicción a las drogas.
Evidencias del estudio
Este ensayo clínico ha evidenciado la utilización de imágenes avanzadas para tratar temas de salud cerebral. Además de esto, la investigación sobre el Ibudilast también demostró que este fármaco es relativamente seguro y que está del mismo modo, bien tolerado.
No obstante, aunque las sensaciones sean muy favorables, aún queda por delante un amplio trabajo para conocer más en profundidad sus efectos y sus posibilidades para combatir la EM y otro tipo de enfermedades degenerativas. Así lo explica Robin Conwit, director de programa en el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos: “Aunque se necesita un estudio más amplio para confirmar estos hallazgos, este prometedor estudio brinda a las personas con EM progresiva, que actualmente no tienen muchas opciones de tratamiento, una esperanza de que estemos un paso más cerca de una posible terapia”.