Un equipo de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (PNAS) ha hallado una tremenda revelación hasta ahora desconocida en La Luna. Se trata de la presencia de agua congelada en los cráteres de las regiones polares, un hecho con el que se lleva teorizando desde hace tiempo pero que no había podido confirmarse hasta ahora.
La presencia de agua en la superficie lunar se ha detectado en unos cráteres cercanos a los polos en los que las temperaturas nunca superan los -156ºC, todo lo contrario de lo que ocurre en otras regiones, en las que, por ejemplo, se puede llegar a pasar de los 107 grados de día a los -153 de noche. La explicación a este suceso es, tal y como han podido evidenciar los científicos, la inclinación de los ejes de rotación lunares: “Esta inclinación provoca que las depresiones topográficas en sus regiones polares, tales como cráteres de impacto, permanezcan permanentemente a la sombra”. Por este motivo, las 'trampas de frío', como las han bautizado, consiguen albergar las condiciones suficientes para que sea posible la presencia de agua helada en el satélite.
El descubrimiento
El equipo de científicos, liderado por Shuai Li, de las Universidades de Hawaii y Brown ha conseguido hallar esta evidencia gracias a los datos recogidos por el Moon Mineralogy Mapper (M3), un instrumento que fue ideado por la NASA en el año 2008 y lanzado a bordo de la nave espacial hindú Chandrayaan-1 para recopilar información sobre el satélite.
El espectrógrafo del M3 ha permitido confirmar en primer lugar la presencia de hielo en los cráteres del polo sur y en segundo lugar que, efectivamente, también existe hielo en la parte norte del satélite, de una forma ampliamente más extendida pero en menores cantidades, algo que podría indicar que hay una tasa baja de suministro de agua, o que el hielo no ha conseguido acumularse con el paso del tiempo.