Un grupo de científicos ha conseguido reflejar la imagen más nítida del centro de la Vía Láctea gracias a un gigantesco radiotelescopio denominado MeerKAT, perteneciente al Observatorio Sudafricano de Radioastronomía (SARAO) en la ciudad de Karoo (Sudáfrica).
Según los datos arrojados por dicho radiotelescopio, el centro de la Vía Láctea se sitúa a 25.000 años luz de la Tierra, detrás de la constelación de Sagitario, pero su inmensidad de nubes de gas y polvo intergaláctico hace que sea imposible poder observarlo con claridad desde nuestro planeta. No obstante, gracias a la potencia y tecnología del MeerKAT ahora hemos conseguido captar la primera imagen nítida del corazón de nuestra galaxia.
Un aparato de más de 13 metros
Para poder conseguirlo, el telescopio MeerKAT cuenta con 64 receptores de radio que equivalen a 64 antenas, las cuales presentan unas dimensiones de aproximadamente 13,5 metros de largo. Estas antenas recogen ondas de radio procedentes de fuentes cósmicas como galaxias o agujeros negros de gran intensidad.
Utiliza la potencia de esas ondas para convertirlas en información digital que poder estudiar desde la central. A partir de ahí, los datos de cada receptor se interrelacionan conformando una imagen como la que ahora nos llega del centro de la Vía Láctea y que se ha convertido en toda una revelación dentro de la comunidad científica.
“El radiotelescopio más grande del mundo”
Actualmente el radiotelescopio MeerKAT se encuentra inmerso en un proyecto mucho más ambicioso denominado Proyecto Square Kilometer Array o Proyecto SKA. Su objetivo es, según palabras de Fernando Camilo, científico jefe del Observatorio Sudafricano de Radioastronomía, “construir en Australia y en Sudáfrica el radiotelescopio más grande del mundo, que podrá captar imágenes con una resolución 50 veces superior a las tomadas por el Hubble, en lo que es uno de los mayores retos científicos y tecnológicos de la historia”.
Actualmente en el Proyecto SKA participan de forma activa un total de 11 países –Alemania, Australia, Canadá, China, Holanda, India, Italia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Sudáfrica y Suecia– y colaboran otros 20 más, entre los que se encuentra España. Según las estimaciones de los científicos el proyecto debería incluir más de 2.000 platos de radiocomunicaciones en Australia y Sudáfrica, configurando uno de los proyectos de radiotelescopios de alta tecnología más ambiciosos del momento.