Un estudio liderado por Sarah Jelbergt, investigadora del Departamento de Psicología en la Universidad de Cambridge, Reino Unido, ha demostrado que los cuervos presentan unas cualidades mentales sorprendentes que aplican como mecanismo de supervivencia. En concreto, el estudio está focalizado en unos cuervos de Nueva Caledonia, que tal y como evidencian los resultados tienen la capacidad cognitiva de recrear de memoria las herramientas que utilizan en su día a día.
Estos cuervos reconstruyen dichas herramientas desde cero en base al recuerdo acumulado que conservan de su anterior reconstrucción o de la de otros. A este fenómeno los investigadores lo catalogan como evolución cultural acumulativa. Los utensilios recreados presentan diferentes modelos que el cuervo retiene en su mente y es capaz de reproducir con el objetivo de buscar alimento. Esto incluye todo tipo de palos y otros utensilios de forma alargada, de gancho o con púas, que estos animales emplean para poder extraer larvas e insectos localizados entre troncos de madera y otros lugares de difícil acceso.
Resultados del estudio
Para comprobar esta sorprendente cualidad en los cuervos, los científicos realizaron un experimento con ocho cuervos de Nueva Caledonia a los que entrenaron durante semanas siguiendo un patrón determinado. El entrenamiento consistía en conseguir que los cuervos lograran introducir papeles de diferente tamaño en una máquina expendedora que les premiaba por conseguir meter solo los papeles de un tamaño concreto.
Una vez hecha la prueba, Sinc Alexander Taylor, investigador de la Escuela de Psicología en la Universidad de Auckland, comentaba con estas palabras la sorpresa y relevancia de los resultados obtenidos: “Una vez que los cuervos reconocieron qué tamaños se recompensaban, les dimos un trozo de papel más grande que no se adecuaba al premiado en los intentos anteriores (...). Lo que hicieron fue romperlo para conseguir varios pedazos del tamaño adecuado. Esto muestra que pueden representar mentalmente los diseños de las herramientas que necesitan para conseguir comida y, posteriormente, recrearlos”.