Beber alcohol con moderación ha sido percibido en multitud de ocasiones como un hábito poco nocivo. Pero la ciencia ha llegado ahora para hacer hincapié en que incluso pocas dosis pueden ser muy peligrosas para la salud y acortan la vida de las personas. Un estudio realizado por las instituciones médicas británicas y el Consejo de Europeo de Investigación y publicado en la revista The Lancet ha analizado la repercusión del alcohol en 600.000 personas bebedoras.
Según el estudio, beber entre 10 y 15 bebidas alcohólicas a la semana puede provocar un acortamiento de uno a dos años de vida. Si se aumenta esta cantidad hasta consumir más de 18 dosis a la semana, supondría la pérdida de 4 a 5 años de vida. En cambio, consumir 10 a la semana sólo reduciría la esperanza de vida en seis meses. Las dosis no son iguales para cada tipo de bebida, pues no todas poseen la misma cantidad de alcohol.
Otros de los efectos que han encontrado como resultado de beber más de 12.5 bebidas alcohólicas a la semana es un aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Las posibilidades de sufrir un infarto son del 14%, las de un paro cardíaco un 9%, las de un problema fatal de hipertensión del 24% y las de un aneurismo fatal de la aorta del 15%.
Reducir las recomendaciones
Los investigadores han analizado las recomendaciones de alcohol semanal que cada país establece por separado. Reino Unido contempla 14 bebidas, lo que equivale a seis pintas o siete vasos de vino. En cambio, en España la cantidad es un 50% superior.
La recomendación de Reino Unido es equivalente a 196 gramos de alcohol a la semana. Los investigadores han establecido que las recomendaciones de todos los países deberían bajar hasta los 100 gramos para evitar graves problemas de salud.