Un grupo de científicos ha hecho un experimento para ver cómo reaccionan los pacientes de cáncer cerebral con elevadas dosis de vitamina C.

Para llevar a cabo la prueba analizaron a un grupo de once pacientes. Cada semana durante nueve meses se les inyectaba la mencionada vitamina mientras recibían quimoterapia y radioterapia. 

Las pruebas demostraron que la vitamina adicional --generalmente encontrada en naranjas, verduras, brócoli y fresas-- hizo que las células cancerosas fueran más susceptibles al tratamiento.

También se reveló un método seguro, con efectos secundarios muy suaves, como viajes frecuentes en el cuarto de baño y sequedad de boca. 

La investigación, publicada en la revista Cancer Cell, mostró que el hierro en los tumores reaccionó con la vitamina para formar moléculas destructivas de "radicales libres" que selectivamente causaron sólo células cancerosas a morir.

Los científicos se encuentran ahora experimentando en una fase II, para ver si las inyecciones de altas dosis de vitamina C pueden también prolongar la vida útil de los pacientes con cáncer.