Pese a que se ha generalizado la idea de que 2016 fue un mal año, habrá quien crea que tuvo cosas buenas. Para la comunidad científica, por ejemplo, no fue el peor. Entre las hazañas alcanzadas están desde el descubrimiento de la galaxia más lejana jamás vista hasta el vertebrado más longevo de la Tierra.
Los científicos detectaron las ondas gravitacionales, que había predicho Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad de 1915, hace más de 100 años. Fueron la colisión y fusión de dos agujeros negros las que hicieron posible la observación directa de estas ondulaciones en el espacio y el tiempo. También en el campo astronómico se detectó la galaxia más remota jamás vista, situada a 13.400 millones de años luz de la Tierra.
Va de números
Los matemáticos también tuvieron este 2016 su momento de gloria, cuando revelaron el número primo récord hasta el momento. Imposible de escribir en un texto limitado, tiene 22.338.618 dígitos, cinco millones más que el anterior. Otro número relevante para el año ha sido el 400. Cerca de 40 décadas es lo que puede llegar a vivir el vertebrado más longevo de la Tierra, el tiburón de Groenlandia.
La tabla periódica, igual que el número primo más alto, también ha cambiado. Los científicos descubrieron cuatro nuevos elementos sintéticos que se han añadido. Son el nihonio, el moscovio, el tenesino y el oganesón. Por el nombre podrían ser enfermedades, pero no lo son.
La que sí lo era es la peste negra. Unas pruebas de ADN permitieron conocer la verdadera causa de la pandemia que mató a casi una cuarta parte de la población mundial entre los años 1665 y 1666: la bacteria Yersinia pestis. La tecnología ha sido otra de las que ha avanzado. Una de las hazañas más curiosas ha sido la creación de una memoria de cristal similar a las que aparecen en Superman. Se trata de un almacenamiento en cinco dimensiones, que puede sobrevivir unos 14.000 millones de años.