La NASA tiene previsto enviar en agosto de 2021 a un grupo de astronautas más lejos de lo que ningún ser humano ha llegado jamás. Para ello está construyendo la nave espacial Orion, un vehículo de exploración que sobrepasará los límites de la Luna --el punto más lejano alcanzado por un hombre-- y que servirá de experiencia para enviar algún día una misión tripulada a Marte.
El vuelo de Orion durará ocho días y se alejará a una distancia de cerca de medio millón de kilómetros de la Tierra, penetrando en lo que se conoce como espacio profundo. Su principal misión es confirmar que todos los sistemas de la nave espacial responden correctamente en ese ambiente.
Bill Hill, uno de los responsables de desarrollo de sistemas de exploración de la NASA, ha avanzado que la tripulación --en principio, cuatro astronautas-- deberá enfrentarse durante la misión a "una serie de pruebas diseñadas para demostrar las funciones críticas, incluyendo la planificación de la misión, el rendimiento del sistema, las interfaces de la tripulación, y la navegación y la guía en el espacio profundo".
La nave orbitará dos veces la tierra disparando periódicamente sus motores para acumular la velocidad suficiente para ser propulsada hacia la Luna. Tras superar al satélite natural de la Tierra, dibujará una trayectoria en forma de ocho y aprovechará la atracción gravitacional lunar para tomar el camino de vuelta a casa.